Delta 180: Para clientes que invierten en instrumentos de deuda y que desean optimizar la rentabilidad de corto plazo, que ofrece el mercado.
Delta 360: Para clientes que invierten en instrumentos de deuda sin necesidad de tener liquidez constante, dispuestos a asumir ligera volatilidad con el objetivo de mejorar la rentabilidad a mediano plazo.
Delta 600: Para clientes que invierten en instrumentos de deuda de mediano y largo plazo, con la intención de obtener la posibilidad de un rendimiento significativamente mayor al de los instrumentos de corto plazo. Están dispuestos a asumir volatilidades y variaciones de valuación en periodos cortos de tiempo. El horizonte de inversión es de más de un año, con bajas necesidades de liquidez.
Delta 1000: Para clientes que invierten en instrumentos de deuda, cuyo horizonte de inversión es de largo plazo (multianual), con necesidades mínimas de liquidez. Están dispuestos a asumir volatilidad relevante, con tal de obtener la posibilidad de un rendimiento significativamente atractivo en el largo plazo.