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Cuídate de las enfermedades del corazón en cada etapa de tu vida

Las enfermedades del corazón pueden surgir en distintas etapas de tu vida, según tu estado de salud, genética y cuidados que tengas en ese momento. Sin embargo, puedes reducir los riesgos cardiovasculares que presentaremos a continuación para que tú y tus seres queridos se mantengan saludables.

Tipos de enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de trastornos que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos. Estas enfermedades pueden variar en gravedad y síntomas según tu edad, género y cuidados. Algunas de las enfermedades del corazón más comunes son:

  • Enfermedad coronaria: Esta afección implica la acumulación de placa en las arterias que suministran sangre al corazón. Puede llevar a padecer angina (dolor en el pecho) o incluso a un ataque cardíaco.
  • Infarto de miocardio: Se produce cuando hay una interrupción en el flujo sanguíneo al corazón, generalmente debido a un coágulo que bloquea una arteria coronaria.
  • Insuficiencia cardíaca: Ocurre cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. 
  • Hipertensión arterial: También conocida como presión arterial alta, sucede cuando la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es demasiado alta, lo que daña los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Arritmias cardíacas: Son trastornos del ritmo cardíaco, donde el corazón late demasiado rápido, demasiado lento o de manera irregular. Algunas arritmias son benignas, pero otras pueden ser graves y requerir tratamiento.
  • Enfermedades valvulares: Implican daño o mal funcionamiento de las válvulas cardíacas, que controlan el flujo de sangre a través del corazón. Las afecciones incluyen estenosis (estrechamiento) o insuficiencia valvular (fuga).
  • Enfermedad vascular periférica: Se refiere a problemas en los vasos sanguíneos fuera del corazón y el cerebro, generalmente en las piernas o los brazos. Puede causar dolor al caminar, úlceras en la piel y aumentar el riesgo de amputación.
  • Enfermedades congénitas del corazón: Son defectos cardíacos presentes desde el nacimiento, que pueden afectar la estructura y función del corazón.

Cada uno de estos riesgos cardiovasculares puede variar en gravedad y síntomas, según el género y la edad. Es por ello que, al entender cada uno, puedes solicitar el tratamiento adecuado que se ajuste a ti. 

 

Diferencias de género en las enfermedades del corazón

Los riesgos cardiovasculares pueden variar según tu género. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las enfermedades del corazón son más recurrentes en los hombres. 

Esto se debe a diversos factores como actividad física, consumo de alcohol, diabetes, hipertensión arterial y sobrepeso. Por ello, es importante tener una alimentación saludable y cuidados que disminuyan los factores de riesgo cardiovascular. Uno de los cuidados que puedes tomar a consideración es contratar un seguro tu médico particular el cual te acompañe en cada paso de tu tratamiento.

Factores de riesgo cardiovascular

Los factores de riesgo cardiovascular desempeñan un papel fundamental en la salud de tu corazón y sistema circulatorio. Reconocer y tratar estos factores puede marcar la diferencia en la prevención de enfermedades cardíacas. A continuación, te presentamos algunos de los principales factores de riesgo para tener en cuenta:

  • Colesterol elevado: Niveles elevados de colesterol LDL pueden contribuir en la acumulación de placas en las arterias, haciendo más pequeño su diámetro y limitando el flujo sanguíneo. Mantener una dieta saludable y llevar un estilo de vida activo puede ayudar a mantener el colesterol en niveles adecuados.
  • Tabaco: Fumar daña las arterias y aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos. Dejar de fumar es una de las decisiones más beneficiosas que puedes tomar para tu salud cardiovascular.
  • Diabetes: La diabetes afecta negativamente los vasos sanguíneos y el corazón. Mantener un control adecuado de los niveles de azúcar en la sangre es esencial para reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
  • Obesidad: El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre el corazón y aumenta la probabilidad de desarrollar hipertensión y diabetes. 
  • Sedentarismo: La falta de actividad física debilita el corazón y los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas. Incorporar ejercicio en la rutina diaria puede fortalecer el sistema cardiovascular.
  • Historial familiar: La predisposición genética puede influir en el riesgo de enfermedades del corazón. Si tienes antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, es importante considerar la medicina preventiva para tomar acción antes de cualquier síntoma.
  • Estrés crónico:  El estrés prolongado puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación y el yoga, puede ser beneficioso.
  • Consumo excesivo de alcohol: Beber en exceso puede aumentar la presión arterial y los niveles de triglicéridos, incrementando el riesgo cardiovascular.
  • Edad y género: La edad y el género también influyen en el riesgo cardiovascular. A medida que envejecemos, el riesgo aumenta. Además, hay diferencias en cómo las enfermedades cardíacas afectan a hombres y mujeres.

Es importante comprender que muchos de estos factores de riesgo son interrelacionados y pueden afectar el impacto del otro. Adoptar hábitos saludables que incluyan una alimentación balanceada, actividad física regular, manejo del estrés y consultas médicas regulares puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mantener un corazón saludable a lo largo de la vida.

 

Hábitos saludables para la prevención de enfermedades del corazón en las diferentes etapas de vida

La prevención de enfermedades del corazón es una prioridad en todas las etapas de la vida. Adoptar hábitos saludables desde temprana edad puede tener un impacto significativo en la salud cardiovascular a lo largo del tiempo. Aquí te presentamos recomendaciones específicas para cada etapa:

Infancia y adolescencia:

  • Fomenta una dieta equilibrada, alta en frutas, verduras, granos enteros y proteínas.
  • Limita el consumo de alimentos procesados y azúcares añadidos.
  • Promueve la actividad física regular, al menos una hora al día.
  • Evita el tabaco y el consumo de alcohol.

Adultez temprana:

  • Mantén una alimentación saludable y controla las porciones.
  • Realiza actividad física de manera consistente, combinando ejercicios aeróbicos y de resistencia.
  • Gestiona el estrés a través de técnicas de relajación y tiempo para el autocuidado.
  • Evita el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.

Edad adulta intermedia:

  • Realiza chequeos médicos regulares para monitorear la presión arterial, el colesterol y otros factores de riesgo.
  • Mantén un peso saludable y ajusta la dieta según las necesidades nutricionales cambiantes.
  • Continúa con la actividad física y considera actividades como caminar, nadar o yoga.
  • Prioriza el sueño y el descanso adecuado.

Adultez tardía y vejez:

  • Mantén una alimentación balanceada y ajustada a las necesidades del cuerpo en esta etapa.
  • Realiza ejercicios de bajo impacto y flexibilidad para mantener la movilidad.
  • Sigue las recomendaciones médicas y toma medicamentos según lo recetado.
  • Mantén conexiones sociales y busca actividades que estimulen la mente.

En todas las etapas de la vida, mantener un estilo de vida saludable es esencial. Además, puedes apoyarte de cualquier tipo de seguro médico que te permitirán darle seguimiento constante a tu salud cardiovascular y tomar medidas para cuidar de tu corazón. 

En BBVA, contamos con diversos seguros de salud que se ajustan a tus necesidades, tal como el seguro de salud tu médico particular, con el que podrás recibir atención médica de calidad cuando sea necesario. Recuerda que la prevención es la clave para una vida larga y saludable, y cada pequeño cambio positivo puede marcar una gran diferencia en tu bienestar cardiovascular.

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