¿Cómo perder el miedo para emprender un negocio?

Es normal que dudes, pues los riesgos de emprender pueden ser muchos, desde invertir tus ahorros, dedicarle tiempo de tu jornada laboral o renunciar a tu trabajo normal para dedicarte completamente a tu iniciativa. Además, tienes que tener presente lo relacionado con requerir ayuda de otras personas, manejar los aspectos claves de un negocio, como contabilidad, inventario, promoción, sistema de seguridad, entre otros.

Ese miedo no persistirá, sino que se volverá una inquietud normal, que dejará de molestarte mientras más esfuerzo y dedicación vayas poniendo en tu negocio.

Muchas otras personas pueden haber pensado de forma similar, según reporta el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) en su Estudio sobre la demografía de los negocios 2021, 1.2 millones de establecimientos abrieron sus puertas durante el año pasado, un alza importante en comparación a los negocios que se inauguraron durante el 2020.

Esto podría indicar una nueva tendencia de emprendimiento en el país. Los riesgos de emprender son evidentes, pero los beneficios también.

Primero que nada, destaca la ventaja de que podrás tener mayor seguridad y estabilidad en el futuro, pues posees una fuente de ingresos aparte de la que provee un trabajo tradicional.

Adicionalmente, recuerda que podrías obtener estos beneficios:

1. Tienes la libertad de decidir. En caso de tener un negocio en línea, es muy probable que puedas trabajar en el horario que desees, desde donde quieras. Es tu negocio, serán tus reglas, y paulatinamente irás adquiriendo la autoridad y seguridad de tomar decisiones más complejas.
2. Obtienes una fuente extra de ingresos. Emprender no significa dejar tu otro trabajo de lado. De hecho, según estimaciones de la Asociación de Emprendedores en México (ASEM), muchas de las personas con un emprendimiento lo usan como una fuente secundaria de ingresos.
3. Te dedicas a lo que te gusta. Otro de los beneficios de tener tu propio negocio es que puede estar enfocado completamente en actividades que te agradan: dibujar, vender plantas que siembras, dulces que tú preparas, ropa que tú coses. Si logras obtener dinero de las cosas que te apasionan, la cuesta inicial -aquel periodo que te tome hacer arrancar tu negocio-, no se sentirá tan pesada.
4. Ayudas a generar más empleos. Puede que al inicio solo seas tú y una persona de confianza, pero mientras vayas progresando, necesitarás contratar más gente, y así tu negocio se volverá una fuente de ingresos que contribuirá a la economía y ayudará a potenciar a tu comunidad.

Es cierto, existen riesgos de emprender, pero también muchas virtudes que podrían surgir de tu esfuerzo. Dicho eso, antes de dar ese paso, considera las siguientes recomendaciones.

¿Cómo perder el miedo para emprender un negocio? Bueno, teniendo unos buenos cimientos en donde construir tu emprendimiento, asegurándote de investigar sobre tu mercado, posibles competidores, y guiándote con buenas prácticas:

• Invierte tiempo en crear tu presencia digital. Colgar carteles o promocionarte entre amigos sigue siendo útil, pero podrás tener mayor difusión si tienes una buena presencia en las redes sociales. Podrías vender desde tus cuentas personales, o crear nuevos canales para tu negocio, aunque sea todo muy básico al inicio. También piensa en invertir un sitio web cuando tengas los recursos que te lo permitan.
• Comienza a vender desde antes. Mientras vas alistando tu producto o servicio, asegúrate de informar a tus posibles clientes de este, quizá incluso organizando un día de inauguración o preventa (aprovechando el internet). Intenta vender desde el comienzo, con tal de ir generando demanda y analizando oportunidades de mejora.
• Establece objetivos escalonados. A partir de tu primer monto de inversión, que inauguró tu negocio, plantea tus primeros objetivos. Desde el tiempo y el volumen de ventas que te permitirán recuperar tu inversión inicial. Posteriormente, sigue estableciendo nuevas metas y proponiendo plazos para alcanzarlas.

Entonces, al hablar de cómo perder el miedo para emprender un negocio, recuerda tener paciencia y comprender que al inicio deberás hacerlo casi todo tú, por tu cuenta. Pero, si perseveras, trabajas con motivación y mantienes una buena responsabilidad financiera, podrás prosperar y hacer crecer tu negocio.