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¿En qué fijarte para una reestructuración de deuda?

¿En qué fijarte para una reestructuración ?

Cuando te empieza a costar cada vez más trabajo hacer los pagos de tu deuda, puedes empezar a sentir que te estás ahogando. Parece que no hay salida, empiezas a atrasarte y es posible que empiecen las llamadas de cobro.

Una reestructuración puede proporcionar un alivio, pero es importante que comprendas su funcionamiento, cómo negociar una deuda con el banco y cuáles son las situaciones que la vuelven más conveniente.

¿Qué es la reestructuración de deuda?

En esencia, la reestructuración de deuda abarca la liquidación de lo adeudado a través de un programa de gestión; es una estrategia no debe realizarse a menos que tengas una dificultad financiera significativa. En ocasiones, aunque se puedan mantener pagos cómodos, las tasas de interés pueden ser bastante altas, por lo que es recomendable considerar esta alternativa una vez que hayas agotado tus otras opciones.

¿Cómo negociar una deuda con el banco?

Lo ideal es informarse directamente con el banco cuál es el proceso y las condiciones bajo las cuales se llevará a cabo el trato; además, es de vital importancia dejar plasmados los compromisos del acuerdo por escrito.

En ese sentido, las condiciones las pondrá el banco y debes recordar que para aceptar una negociación de este tipo, tienes que estar en posición de cumplirla. Ahora que ya sabes cómo negociar una deuda, revisa en qué debes fijarte.

¿En qué fijarte para una reestructuración de deuda?

  • Revisa si realmente la necesitas. Si tienes el dinero para pagar el monto pendiente de un préstamo, no es recomendado optar por la reestructuración. Esta debe ser una alternativa de emergencia, ya que después puedes necesitarla y ya no tener la opción.
  • Reestructuración de deuda frente a reordenarla. La reestructuración de deuda es distinto a reordenarla, por lo que debes revisar que es más conveniente para tu situación, ya que habrá una extensión del plan de pagos, es decir, se extenderá el tiempo que dura el trato. Cuando la reordenas solo habrá un cambio de términos y condiciones, pero lo demás queda intacto, solo se hará más manejable.
  • Evalúa consolidar la deuda. En ocasiones no es necesario hacer una reestructuración de deuda, y puedes en cambio, consolidarla. Esto es muy común si tienes muchos acreedores y quieres pedir un préstamo que te ayude a deberle solo a uno. Así, usarás un crédito para pagarles y solo deberás a una institución financiera.
  • Calcula la cuota mensual. Una reestructuración de deuda comúnmente viene asociada a un plan de pagos con una cuota mensual establecida. En ocasiones, el pago mensual puede ser muy alto y difícil de cumplir, pues significa que te quedes con menos efectivo, por lo tanto, antes de llevarla a cabo tienes que calcular tu capacidad de pago mensual.
  • Revisa los plazos. Además de las cuotas que habrá que pagar, otro factor importante a revisar son los plazos, es decir, por cuánto tiempo tendrás que pagar. Una reestructuración de deuda viene acompañada con un plan de pagos que incluye el tiempo que dura el nuevo acuerdo; es muy importante revisar que ese periodo sea conveniente para ti.
  • Conoce todos los costos asociados. Es posible que llegar a un acuerdo de reestructuración de deuda tenga costos derivados. Al final, se está llegando a un nuevo contrato de crédito que puede requerir algunos cargos adicionales que cubran gestiones, trámites notariales o el pago de la negociación. De esta forma, los costos asociados pueden afectar directamente las cuotas mensuales o los plazos, lo que también tiene un impacto directo en la decisión de hacer una reestructuración.
Es importante comprender que la reestructuración de deuda no es la solución final, sino solo una de las diversas alternativas disponibles para resolver los problemas con tus obligaciones. Dicho esto, si crees que debes optar por un plan de este tipo, hazlo después de una evaluación cuidadosa del impacto que tendrá en tus finanzas y no olvides ejercer un alto grado de disciplina financiera para ajustarte al plan.

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