El fortalecimiento reciente del peso refleja mejores perspectivas sobre la renegociación del TLCAN
24 ago. 2017
BBVA Bancomer revisa al alza su previsión del crecimiento para 2017 a 2.2%
- El panorama económico ha mejorado con respecto al inicio del año por los menores riesgos asociados al futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el buen desempeño del sector servicios.
- La inflación tenderá gradualmente a la baja desde septiembre para cerrar el año alrededor del 6%. En 2018 se espera una disminución relevante.
- El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) ha bajado a 45.0% al primer semestre de 2017 vs 50.1% al cierre de 2016. Este será el primer año en una década en que la deuda como porcentaje del PIB baje.
BBVA Bancomer, a través de su servicio de Estudios Económicos, señala en el Informe Situación México correspondiente al tercer trimestre del 2017, que el panorama económico para el país luce significativamente menos adverso con respecto al inicio del año, en buena medida por los menores riesgos asociados a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). A nivel global, después del repunte del primer trimestre liderado por las economías avanzadas y China, la expansión económica se ha consolidado.
Estas condiciones favorables a nivel global y las mejores perspectivas sobre una renegociación exitosa del TLCAN hacen prever que, con alta probabilidad, la mayoría de las variables macroeconómicas continuarán con su proceso de corrección a niveles más consistentes con los fundamentales económicos. El caso más evidente ha sido el tipo de cambio. Después de alcanzar mínimos históricos a principios de año, actualmente el peso mexicano registra una apreciación de 17% en lo que va de 2017, luego de que la postura de EE.UU. frente a la renegociación del TLCAN se moderara. Inclusive los niveles por debajo de 18 pesos en los que cotiza hoy el dólar son todavía más apreciados a lo observado antes de la elección presidencial en EE.UU.
La apreciación del peso de los últimos meses favorecerá el comportamiento de la inflación con mayor claridad hacia el final del año. El crecimiento de los precios al consumidor se encuentra muy cerca de su nivel más alto del 2017 apoyado por señales de estabilización en la inflación subyacente. BBVA Bancomer prevé que la inflación empezará a descender en el cuarto trimestre ante la moderación en el traspaso de la depreciación cambiaria a precios y que finalizará el año alrededor del 6%.
Las expectativas de un mejor comportamiento de la inflación en los próximos meses llevaron al Banco de México (Banxico) a señalar claramente que el ciclo de tensionamiento monetario llegó a su fin con una tasa de referencia en un nivel de 7.0%, tal como el servicio de Estudios Económicos de BBVA Bancomer lo había anticipado desde hace varios meses. Aun cuando la reducción de la inflación será más clara durante los primeros meses del próximo año, se espera que ésta se mantenga por encima de 4.0% hasta el primer trimestre de 2018, razón por la cual se estima que Banxico no se apresurará en iniciar con un ciclo de reducciones en la tasa de referencia. Para BBVA Bancomer en el escenario base, se espera que Banxico recorte la tasa de referencia en 50 puntos base hasta después de la mitad del año.
Los movimientos en las variables macroeconómicas anteriormente mencionadas, aunque transitorios, afectarán el desempeño de los motores de la demanda interna durante el segundo semestre del año. El incremento en la inflación traerá consigo una reducción del poder de compra de los hogares, mientras que el poder adquisitivo de las remesas en pesos se verá afectado, debido a la apreciación del peso, sobre todo hacia el cuarto trimestre del año, por lo cual ya no serán el apoyo para el consumo que constituyeron años atrás. A estos elementos hay que añadir la debilidad de la inversión que se prevé se mantendrá el resto del año, debido principalmente a los recortes al gasto en la inversión pública.
No obstante, y considerando la moderación del crecimiento del mercado interno prevista para la segunda mitad del año, estimamos que los datos por encima de lo esperado del primer semestre y el impulso de la demanda externa, observado al momento, son suficientes para revisar al alza la previsión de crecimiento de BBVA Bancomer de este año a 2.2%. Para 2018 se anticipa un crecimiento del PIB de 2.0%, apoyado en una renegociación favorable del TLCAN. Hay que señalar, sin embargo, que los riesgos al respecto no se han disipado del todo, ya que aún existe cierta probabilidad de que la renegociación se posponga hasta 2019 o que, en un escenario poco probable, se rompa el acuerdo.
Después de un repunte del crecimiento mundial en el 1T17, la expansión económica se ha estabilizado. Como resultado, se prevé que el crecimiento mundial se mantenga en 3.3% para 2017 y 3.4% para 2018, con base en una revisión al alza tanto para China (en ambos años) como para Europa (en 2017) y una modesta revisión a la baja en los EE.UU. En Latinoamérica, el deterioro de los precios de los productos básicos y la mayor incertidumbre en varios países han retrasado la salida de la recesión. No obstante, las previsiones indican que en los próximos trimestres las economías emergentes deberían recuperar el terreno perdido frente a los países avanzados y a China, los cuales han liderado el reciente repunte.
Los factores que apoyan el reciente repunte se mantendrán, aunque con ligeras variaciones: la política monetaria acomodaticia disminuirá de manera gradual, mientras que los precios del petróleo continuarán su trayectoria ascendente, aunque con mayor volatilidad. El cúmulo de eventos geopolíticos podría afectar la confianza económica y a los mercados, aunque esperamos que estos vientos en contra se moderen durante todo el año.
En este entorno, el tono en los mercados financieros ha sido optimista, con la volatilidad en mínimos históricos a pesar de la persistente incertidumbre económica, política y geopolítica, así como la moderación de las expectativas de estímulo fiscal en los EE.UU. Como resultado, las tasas de interés de largo plazo se han mantenido bajas, mientras que las presiones sobre el dólar se han moderado, en cierta medida. Este clima financiero de baja volatilidad y bajos tipos de interés, combinados con un dólar más débil y mejores condiciones económicas, ha impulsado los mercados accionarios, en especial los de mercados emergentes.
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