La mejor opción a la hora de invertir
25 abr. 2024
Actualmente es común escuchar sobre el tema de las inversiones, el cual puede surgir en pláticas con amigos, en redes sociales o en anuncios espectaculares; sin embargo, la pregunta frecuente es ¿en qué se puede invertir el dinero? Antes de decidir es muy importante entender la naturaleza del producto en el cual se colocará el capital, no es lo mismo optar por instrumentos de deuda que de renta variable.
En los activos de deuda, se estará prestando el dinero al gobierno, empresas privadas o entidades bancarias, por lo que el inversionista recibe títulos en “garantía”. Los instrumentos usados para realizar estas operaciones principalmente son cetes, que son emitidos por el Gobierno Federal y bonos, que pueden ser otorgados por cualquiera de las entidades antes mencionadas.
Para identificar las características de los bonos habrá que revisar el prospecto de información pública donde se detalla el plazo de la emisión, la tasa de interés que pagará, la periodicidad de pago del interés, la calificación de crédito de la emisión, entre otros detalles particulares.
En el caso de la renta variable, se puede identificar otro tipo de instrumentos financieros; el principal son acciones de empresas cotizadas en bolsa, mismas que diariamente presentan cambios en los precios y se puede tener acceso con tan solo tener una cuenta de casa de bolsa. Las acciones pueden ser utilizadas en estrategias de inversión de largo plazo donde se opte por invertir en empresas que tengan una visión de desarrollo, que en el tiempo aumente su valor y que pueda repartir sus ganancias a través de dividendos.
¿Cómo se pueden identificar de forma más sencilla ambos instrumentos? En el caso de las emisiones de deuda, tan solo funge como un prestamista a la entidad que busca captar dinero para su funcionamiento y proyectos, entregando un título con el cual se compromete a pagar de forma periódica un interés y que al final del plazo del bono se compromete a regresar el importe inicial que se pagó por el título.
En el caso de comprar acciones, el inversionista se convierte en un socio más de la empresa, en esta opción se obtendrán ganancias si la empresa tiene un buen desarrollo, pero también adquiere el riesgo que su inversión se vea disminuida (minusvalía) si la empresa no crece su valor en bolsa o si no obtuviera resultados positivos.
¿Qué producto es más útil? Ambos son excelentes opciones, sin embargo, se deben analizar los objetivos financieros, el riesgo que se está dispuesto a asumir por el tipo de inversión y, sobre todo, el tiempo u horizonte de inversión, por el cual se dejará el dinero invertido.
Una vez definidos los puntos pasados, se puede optar por elegir el instrumento que más favorezca al inversionista conforme a las metas elegidas. Del mismo modo se puede optar por diversificar la inversión e incluir ambos tipos en la cartera, pudiendo elegir para metas de corto plazo, es decir de un año o menos, instrumentos de deuda que pudieran otorgar liquidez en caso de requerir ante una eventualidad. Respecto a una inversión de largo plazo, de tres años o más, se puede preferir una composición de activos de deuda y renta variable que pudieran complementar la meta.
En el mundo de las inversiones, lo que importa es conocer los productos y su composición, asimismo los riesgos relacionados. Es muy común escuchar “a mayor riesgo, mayor rendimiento”, pero esta frase no garantiza el retorno de la inversión, lo relevante es seleccionar instrumentos acordes al perfil de cada inversionista y que, con ello, se busquen atajos para llegar a las metas planteadas.
Cada inversionista tiene objetivos diferentes, por lo que una misma estrategia no aplica para todos.
Miguel Ángel Páez Carreón
Associate Product & Market Intelligence
BBVA Asset Management