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El efecto del COVID-19 sigue transformando la economía global

22 ago. 2024

La pandemia del COVID-19 no solo afectó a la sociedad en términos de salud; tuvo efectos económicos que siguen influyendo en la realidad hasta el día de hoy y han modificado las estadísticas, así como el modus vivendi. Aunado a ello, se deben considerar los conflictos geopolíticos y los impactos climáticos recientes.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en términos económicos la pandemia provocó la contracción del PIB mundial un 3.3% en 2020, debido a la interrupción de actividades y la disrupción de cadenas productivas. La economía fue recuperándose en los años siguientes, pero a su vez trajo consigo una relocalización de empresas dentro de la cadena productiva, afectando distintas economías, como la de México, con el nearshoring y al mismo tiempo generó un enfoque en el nacionalismo económico que pudiese afectar el comercio internacional.

Con relación a la inflación, en la pandemia se observaron ciertos choques de oferta como la escasez de productos, debido a la interrupción de cadenas de suministro, que incidieron en los precios de los insumos, de igual manera se pudo notar que el costo de los servicios se ajustó tras el impacto de la pandemia cada año consecutivo. Al día de hoy, los datos de inflación muestran una clara tendencia a la baja; sin embargo, los servicios muestran cierta resiliencia derivada principalmente de la sostenida fortaleza del consumo.

Por otro lado, el COVID-19 provocó un abrupto pero temporal aumento del desempleo, especialmente en los sectores de servicios. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2020 hubo 33 millones de personas sin empleo. Conforme la economía se reactivó, la demanda de trabajadores se fue recuperando, lo que aunado a una menor oferta por las ayudas económicas de los gobiernos y por decisiones personales, trajo consigo un aumento en los salarios y un incremento en los empleos temporales. 

Los conflictos geopolíticos también impactan los precios de las materias primas y los efectos climáticos de los últimos años, en particular el fenómeno "El Niño"/"La Niña", incide en los precios de los productos agropecuarios, lo cual ha tenido un impacto global.

Dichas distorsiones del mercado complican la tarea de los bancos centrales, cada uno con situaciones particulares y con un manejo de los efectos del COVID-19 en su economía, incluyendo medidas de cada gobierno respecto a la política fiscal y monetaria, en las cuales los datos se encuentran afectados ya que se proviene de una rápida recuperación de la pandemia, con distorsiones en la economía global. 

Al parecer las economías comienzan a desacelerar el paso, la inflación está en proceso de converger con los objetivos de los bancos centrales y estos han comenzado a ajustar su política monetaria, lo cual abre la posibilidad a una marcada tendencia de bajada de tasas, lo cual afectará la tasa de inversión de activos libres de riesgo. Más adelante se confirmará si las distorsiones del mercado en los últimos años han dejado de afectar la dinámica económica o aún es pronto para afirmar que ya se disiparon a través del tiempo. Asimismo, es importante recordar que a pesar de los escenarios que se pueden llegar a presentar, se sugiere mantener inversiones, siempre conociendo cuáles son los objetivos, el plazo y el perfil de inversión, dado que dependiendo del perfil y el plazo se puede elegir el mejor instrumento para mantener una salud financiera equilibrada.

Adolfo López González
Fixed Income & Credit - VP Portfolio Manager
BBVA Asset Management México