Atajos mentales que usamos al invertir
14 abr. 2023
Si se invierte en fondos de inversión, acciones, cetes o en un plan de retiro y se cuestiona si ha sido la mejor opción o si se debería esperar para realizarlo en otro momento, hay que considerar que es un comportamiento natural de todos los humanos y saber que la economía conductual ayuda a entender y tomar decisiones más conscientes.
Escuchar los términos de heurística y sesgo hacen creer que son similares, pero no es así. En la definición, una heurística es un atajo mental que permite reducir el esfuerzo tomando decisiones rápidas. A diferencia del sesgo, son decisiones que se repiten sin importar que éstas sean correctas o incorrectas. En el siguiente ejemplo se puede identificar mejor estos significados.
Guardar el dinero sin invertir viene de la heurística de preferir un escenario seguro, conocido y sin riesgo. Otra heurística es la de evitar el tiempo de investigar y mejor ocupar las herramientas que ya se tienen. El sesgo del comportamiento es saber que, con este método de ahorro se pierden intereses y sin importar la perdida, se continuará ahorrando de la misma forma, además de ser difícil de cambiar de opinión.
Hay varios escenarios psicológicos que pueden afectar a los inversionistas, como la aversión al riesgo, la incertidumbre o movimientos en el mercado distintos a los pronosticados. Por ello, es importante que los inversionistas sean conscientes de las situaciones a las que se puede enfrentar.
Estos son algunos de los atajos mentales que ocurren cuando se invierte:
- Buscar la gratificación inmediata, infravalorando los beneficios futuros.
- Inclinarse a seguir con lo que siempre se ha hecho.
- Asumir que la situación personal y preferencias se van a mantener estables con el tiempo.
- Tender a continuar con una conducta como resultado de los recursos invertidos previamente.
- Estimar la probabilidad de un evento con base a la facilidad con la que se recuerda.
- Tener demasiada información u opciones que pueden llevar a posponer la decisión.
Por ello se deben tener hábitos que puedan ayudar a invertir con más confianza y algunos de éstos son:
- Seguir dispuesto a estudiar y aprender para mejorar sus habilidades. Esto incluye el estudio de los mercados, el análisis de la empresa y de los productos disponibles.
- Planificación y gestión del riesgo. Tener objetivos de inversión, definiendo el tiempo que se va a invertir, el nivel de beneficio deseado y los límites de pérdidas dispuestos a aceptar.
- Disciplina. Después de tener un plan de inversión lo más difícil es mantenerse fiel a lo planeado, por eso es importante motivarse a sí mismo y tener en cuenta el objetivo que se quiere alcanzar.
El tema de economía conductual puede ayudar a identificar algunos de los comportamientos y evaluar si es necesario dedicarle un poco más de tiempo a recapacitar si vale la pena cambiar para tener un mayor beneficio.
Elisa Igely Sánchez Resendiz
International Trade Support Sr Analyst – BBVA Asset Management
elisaigely.sanchez@bbva.com