Megatendencias… invirtiendo en los cambios que redefinirán al mundo
11 feb. 2022
La vida diaria como se conoce hoy no sería la misma si no se hubiera inventado la bombilla eléctrica, el motor de combustión y el internet. Dentro de unos años, el día a día no será el mismo sin la biotecnología, la inteligencia artificial y el internet de las cosas. Los desarrollos que están generando cambios irreversibles en el mundo se definen como megatendencias y actualmente es posible invertir en ellos para diversificar un portafolio.
En gestión de portafolios, es común escuchar que la diversificación es lo único que se puede asegurar en las inversiones. Como menciona Gary Sanger, PhD, CFA, distinguido profesor de finanzas de la Universidad Estatal de Luisiana, una cartera bien diversificada minimiza la posibilidad de que la mala suerte de una sola inversión afecte negativamente al portafolio total, es decir, es posible reducir el riesgo sin sacrificar la rentabilidad. La profundidad de los mercados financieros ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Anteriormente se podía diversificar a través de diferentes clases de activos, posteriormente se amplió el universo de inversión con fondos de retorno absoluto, activos sectoriales e inversión mediante factores. En la actualidad, también es posible diversificar con megatendencias.
Las megatendencias son enfoques estructurales que engloban temas económicos, sociales y tecnológicos, los cuales, están transformando las vidas de las personas y los modelos empresariales. Después de la Segunda Guerra Mundial, la economía mundial se redefinió principalmente con la industrialización y la eficiencia tecnológica; después de la crisis generada por la pandemia Covid-19, se espera que las megatendencias transformen al mundo. Existen diferentes formas de clasificar la gran variedad de megatendencias, una de las más comunes comienza con los siguientes pilares: planeta tierra, demografía y tecnología.
La megatendencia planeta tierra está enfocada en la gestión de recursos naturales, transición energética, agricultura, economía circular, por mencionar algunas. Para ejemplificar esta megatendencia, encontramos a las empresas que están desarrollando vehículos híbridos y/o eléctricos en donde se tiene como objetivo incrementar el uso de energías renovables y disminuir la contaminación. El pilar demografía hace énfasis en las nuevas tendencias de consumo, envejecimiento de la población, urbanización, calidad de vida, entre otros. Ejemplo de ello, son las empresas dedicadas a comida orgánica que generan un bienestar al ingerir alimentos libres de sustancias químicas. Finalmente, el enfoque tecnología abarca los negocios digitales, la biociencia, las tecnologías industriales y de apoyo. Algunas empresas representativas son las dedicadas a biotecnología, inteligencia artificial, realidad virtual, conectividad, entre otros.
En los mercados financieros, la forma de poder invertir en las megatendencias es a través de fondos de inversión o ETFs que diversifican en una gran cantidad de empresas vinculadas a la tendencia deseada. El interés en estos activos es tal que, de acuerdo con Morningstar, el número de activos bajo gestión se ha triplicado desde 2018 alrededor del mundo. Es importante mencionar que la inversión en megatendencias tiene una perspectiva de largo plazo porque los cambios estructurales en la economía conllevan tiempo y las inversiones en empresas están sujetas a eventos de volatilidad en el corto plazo. A pesar de estos eventos de volatilidad, el rendimiento en un mayor horizonte de tiempo logra capturar el impacto que está generando la megatendencia en la vida cotidiana.
Mientras las empresas se adaptan para evolucionar junto con la transformación de la economía global para no volverse obsoletas, los inversionistas deben anticiparse invirtiendo en estas oportunidades. Las megatendencias representan una fuente de rentabilidad de largo plazo que mejora la relación riesgo-rendimiento en un portafolio al diversificar con los activos tradicionales. Al final del día, si la economía mundial evolucionará junto con estas megatendencias, un portafolio de inversión también debe hacerlo.
Julio Sánchez, CFA, CQF, MBA
Executive Director Quantitative Models – BBVA Asset Management
julioalberto.sanchez.trujillo@bbva.com