Razones para seguir invirtiendo en Renta Variable
19 mar. 2021
El año 2021 muestra un arranque positivo en comparación con el año anterior. Además, se desenvuelve en un ambiente en donde la vacunación a nivel global se implemente de manera acelerada y se hacen presentes estímulos para contrarrestar los efectos económicos negativos de la pandemia, por ejemplo, los USD1.9 billones inyectados en la economía de EE.UU.
Acompañando estas buenas noticias, los datos económicos en EE.UU. han sido favorables, mostrado solidez y superando las expectativas del mercado, lo que ha capturado la atención de los inversionistas y se ha afianzado una visión sobre un escenario de recuperación económica y financiera más acelerada. Sin embargo, el resultado en los mercados financieros ha sido un incremento en la volatilidad y nuevas valuaciones de los activos financieros.
De cierta manera se han apoderado en la mente de los inversionistas los fantasmas del año 2013, en donde se dio un escenario de “taper-tantrum”, que de manera resumida fue la caída en los precios de los bonos y acciones principalmente de mercados emergentes cuando la Reserva Federal anunció en mayo de 2013 una posible reducción anticipada de sus compras de bonos.
Ahora, ante una recuperación económica más acelerada, el mercado se ha vuelto más sensible y ha empezado a descontar que viene un incremento en la inflación, lo que ha desatado temores con respecto a la evolución de las tasas reales de EE.UU y el próximo actuar de la Fed. Sin duda, se ha empezado a posicionar la idea que la fiesta de las tasas bajas podría terminar antes de lo planeado. Se espera que los bancos centrales sean cautelosos y precisos en sus mensajes y preparen a los mercados sobre su estrategia de salida. En este contexto los inversionistas han empezado a cuestionarse en qué tipos de activos se deben posicionar hacia adelante.
En los últimos días, el foco de atención -además de las tasas de interés de largo plazo-, ha estado en el mercado de renta variable, principalmente el sector de tecnología, cuestionándose si los precios actuales de las acciones de las empresas corresponden con los fundamentales y el crecimiento futuro que prometen, o bien, si esta sobredemanda del sector ha llevado a una burbuja.
Por tal motivo, si se hace una recopilación sobre los argumentos que existen en el mercado para pensar que las bolsas están caras, se encuentra que el índice S&P500 cotiza por arriba de un 30% en términos de precios a utilidad sobre su media histórica de los últimos 20 años, los rendimientos de los bonos corporativos (principalmente mercados desarrollados) están en mínimos históricos, los niveles de utilidades de 2019 no se recuperarán hasta 2022 y se va a salir de la pandemia con los gobiernos y las empresas más endeudados, con más desempleo y con más riesgo de subidas de impuestos.
Los argumentos encontrados para sobreponderar renta variable muestran que hay pocos activos que puedan ofrecer retornos reales positivos. Sólo renta variable, commodities, oro, real estate e infraestructura. Se considera que la inflación va a subir más que las tasas, si la inflación sube gradualmente hasta el 3% las acciones deberán tener mejor desempeño, como lo ha hecho históricamente, al igual que el oro y los commodities. Se esperan fuertes flujos netos de entrada en el mercado de renta variable, hay USD 600bn que entraron el año pasado en fondos de renta fija, las subidas de los rendimientos de los bonos obligarán a asumir más riesgos y los hogares de EE.UU. es probable que inviertan más en renta variable, actualmente el 58% por debajo de los records de 2000 (62%), 2007 y 2018.
Se puede concluir que son más los argumentos a favor de estar invertidos en renta variable, simplemente hay que ser selectivos y enfocarse en empresas con crecimiento sostenible en el mediano-largo plazo.
Gerardo Valdivia Díaz
Sales & Trading Desk – BBVA Global Markets
gerardo.valdivia.diaz@bbva.com