¿Qué son las finanzas conductuales?
17 jun. 2021
Durante muchos años, el sector financiero ha utilizado la teoría financiera clásica como la base para la gestión de activos, al utilizar sus supuestos y axiomas como las reglas del juego para el diseño de modelos y herramientas en la búsqueda de generar rendimientos sobre las inversiones de los clientes.
En paralelo, han surgido nuevas teorías que buscan convivir con los estándares tradicionales y, en conjunto, robustecen y mejoran la toma de decisiones; generan confiabilidad de los modelos, políticas de inversión más claras para los clientes, mismas que ayudan a los managers a ser más transparentes y buscar un rendimiento superior en el patrimonio de los inversionistas.
Dentro de estas teorías surgen las finanzas conductuales (Behavioral Finance) las cuales han tomado gran fuerza en los últimos años y cada vez son más utilizadas dentro del sector financiero.
La teoría financiera clásica (Traditional Finance) se basa en la economía neoclásica y asume que los individuos muestran aversión al riesgo, tienen información perfecta y se enfocan en maximizar su función de utilidad personal. Los inversionistas que se comportan de esta manera se definen como racionales. Este comportamiento conduce a mercados eficientes donde los precios reflejan toda la información pertinente disponible.
Respecto a las finanzas conductuales, intentan comprender y explicar los comportamientos observados de los inversionistas y del mercado. Esto difiere de la teoría financiera clásica, que se basa en la hipótesis sobre cómo deberían comportarse los inversionistas y los mercados.
En otras palabras, las finanzas conductuales se diferencian de la teoría financiera clásica al centrarse en cómo se comportan los inversionistas y los mercados en la práctica y no en la teoría. Los investigadores han observado que las personas toman decisiones de inversión de formas y con resultados que difieren de los enfoques de la teoría financiera clásica.
Con su supuesto simplificador de inversionistas racionales y mercados eficientes, la teoría financiera clásica ha ganado una amplia aceptación entre los académicos y los profesionales del sector financiero como guía para la toma de decisiones. Sin embargo, con el tiempo, las limitaciones de la teoría financiera clásica se han vuelto cada vez más evidentes.
La toma de decisiones de cada individuo no es tan objetiva e intelectualmente rigurosa y los mercados financieros no siempre tienen un precio tan racional y eficiente como supone dicha teoría.
Para cerrar esta brecha entre la teoría y la práctica, las finanzas conductuales enfocan la toma de decisiones desde una perspectiva empírica. Identifica patrones de comportamiento de las personas sin intentar justificarlos o racionalizarlos.
En esencia, el objetivo de las finanzas conductuales es tratar de comprender cómo las personas toman decisiones, tanto individual como colectivamente.
Al comprender cómo se comportan los inversionistas y los mercados, es posible modificar o adaptarse a sus comportamientos para mejorar los resultados de las inversiones.
En muchos casos, esto puede implicar la identificación de un comportamiento o conducta y tratar de modificarlo para que coincida con el supuesto en los modelos financieros tradicionales.
En otros, puede ser necesario adaptarse a una conducta identificada y tomar decisiones que se ajusten al comportamiento. La integración de la teoría financiera clásica y de las finanzas conductuales tiene el potencial de producir un resultado económico superior, es decir, la decisión financiera resultante puede producir un resultado económico más cercano al resultado óptimo de la teoría financiera clásica, al mismo tiempo es más fácil de cumplir para un inversionista en la práctica.
Una integración práctica de la teoría financiera clásica y de las finanzas conductuales puede conducir a un mejor resultado que cualquiera de los enfoques utilizados de forma aislada. Si se sabe cómo deben comportarse los inversionistas y cómo es probable que se comporten, puede ser posible construir soluciones de inversión que sean más racionales desde una perspectiva tradicional y debido a los ajustes que reflejan conocimientos de comportamiento, son más fáciles de proponer, aceptar e implementar.
Aunque estos conocimientos sobre las conductas de los inversionistas no trasladarán automáticamente a resultados superiores, se espera que ayuden a muchos a mejorar su enfoque de inversión y mejorar la gestión de riesgos.
Es de esperar que, con el tiempo, los conocimientos de las finanzas conductuales permitan la construcción de carteras que sean eficientes desde una perspectiva financiera tradicional y comprensibles para los inversionistas. Siempre buscando ofrecer la solución adecuada a cada uno. Si un cliente puede comprender la cartera, es más probable que se quede con ella a largo plazo.
Marco Islas Peralta
Asset Allocation
BBVA Asset Management
marcoalejandro.islas@bbva.com