Prevención en tiempos de volatilidad, tarea de todos
20 mar. 2020
Son demasiados los temas que actualmente están en discusión y que provocan incertidumbre. Diversas opiniones, así como posturas al respecto, pero ante todo se buscan algunas acciones para corregir y/o hacerles frente. En todos los ámbitos esta década inicia con retos, tanto para la sociedad como para los mercados financieros.
Respecto a la crisis sanitaria derivada del Covid-19, el impacto esperado a la actividad económica mundial ha derivado en un entorno de gran incertidumbre, nerviosismo no visto en los mercados financieros desde la crisis del 2009 y que está resultando en una expectativa de desaceleración importante.
Los gobiernos en todo el mundo están tomando diferentes medidas para evitar que se propague la enfermedad y mitigar sus efectos; igualmente los bancos centrales se han reunido y están tomado diferentes medidas de contención apoyando para que los efectos económicos tengan un menor impacto.
En este sentido, destaca la decisión que tomó la Reserva Federal en Estados Unidos, el pasado 3 de marzo al decidir reducir la tasa de referencia en 50 puntos, medida que ha generado diferentes reacciones, si bien, el banco central ha considerado la medida como un evento que permita mantener el ritmo de crecimiento de ese país; llama la atención la decisión pues los inversionistas han visto la medida como la antesala de una desaceleración que pueda ser de mayor magnitud; en contraparte, los datos de empleo publicados esa misma semana demostraron que los datos positivos siguen impulsando a la mayor economía del mundo.
Otros acontecimientos, como la caída de los precios del petróleo el día domingo 8 de marzo, luego de que Arabia Saudita anunciara medidas para incrementar su producción separándose de las medidas tomadas en días anteriores por los miembros de la OPEC, disparó el precio del dólar depreciando la moneda mexicana que ese día alcanzó su cotización más alta llegando hasta $22.06.
Los días 8 de marzo a nivel global y en particular en México el 9 de marzo, la sociedad hizo un reclamo importante en contra de la violencia hacia las mujeres, los feminicidios y la desigualdad de género. Diversas empresas, organizaciones y sectores de la población se unieron a la causa, consistiendo en un movimiento que tuvo bastante repercusión no solo social (del que tendrán que darse los cambios necesarios) sino también económica.
En medio de la turbulencia que se está viviendo, los más experimentados hablan de encontrar las mejores oportunidades, y con ese espíritu positivo se debe reflexionar sobre las acciones que cada persona puede tomar para mantener sus finanzas saludables con un desempeño correcto.
Algunas sugerencias son: mantener deuda contenida, no tomar créditos que rebasen la capacidad de pago, acercarse con las diferentes instituciones financieras para encontrar las mejores condiciones, ahorrar un porcentaje de los ingresos apoyados de los diferentes instrumentos de inversión disponibles en la banca diversificando en diferentes alternativas y con ello reduciendo el riesgo en tiempos de volatilidad. Y, por último, mientras pasa esta crisis de salud pública, provechar el uso de las herramientas digitales que ofrecen los bancos para evitar utilizar efectivo, reducir la exposición a lugares públicos concurridos y evitar salir de casa para ir a una sucursal.
Si bien se están viviendo momentos complicados a nivel mundial, mientras cada una de las personas sepan ser responsables de su salud y finanzas y sigan las recomendaciones internacionales y las que emitan las autoridades locales, se estará mejor preparado para salir adelante como se ha hecho en el pasado. Cuidar la salud física y de las finanzas es una responsabilidad personal.
Rodrigo Barajas
VP IN & C Sales | BBVA Asset Management
rodrigo.barajas@bbva.com
Esta es una colaboración para la columna "Finanzas para Todos" de El Economista. Consulta también la nota aquí.