Acciones de crecimiento vs. acciones de valor, dos enfoques de inversión
30 oct. 2020
El mes de octubre está a punto de concluir y es un momento clave para hacer un análisis y reflexionar sobre a qué tipos de activos se deben enfocar las inversiones personales con miras al futuro.
Hasta el momento el desempeño de las bolsas de mercados desarrollados, en particular el Nasdaq, se han destacado por mostrar un desempeño superior a las demás bolsas, teniendo un rendimiento cercano al 27% en comparación con el 5% del S&P500 y del -12% de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), cada una en su moneda local.
En este año tan peculiar los inversionistas han priorizado sus recursos sobre empresas que muestran un crecimiento sólido en utilidades y generación de flujo de efectivo, en lugar de empresas subvaluadas o que lucen baratas en comparación con su sector. Este enfoque de inversión, que ha priorizado a las empresas de “Crecimiento o Growth” sobre las empresas “Subvaluadas o Value”, ha marcado un diferencial notable en rendimientos. El índice S&P500 Growth ha generado más de un 20% en comparación con el índice S&P500 Value que ha entregado un -12% en lo que va del año.
Si bien la diferencia de rendimientos entre ambos estilos es importante, el reto al que se enfrentan los inversionistas es identificar si este comportamiento seguirá en los próximos meses o se experimentará un cambio de tendencia. Antes de entrar a detalle es importante definir estos estilos de inversión.
El estilo de inversión de Crecimiento o Growth se enfoca en empresas con crecimientos rápidos en ingresos, generación de flujo o utilidades, las cuales típicamente reinvierten sus utilidades priorizando la expansión del negocio, inversiones en mejoras operativas, entre otras.
El estilo de inversión de empresas Subvaluadas o Value se podría definir como la búsqueda de diamantes en bruto, es decir, encontrar empresas cuyo valor de negociación en el mercado no refleje lo que realmente representa su valor fundamental, y que en el futuro el mercado deberá reconocer este valor ante una apreciación en su valor de mercado. Este tipo de empresas, a pesar de que no muestran crecimientos sorprendentes, tradicionalmente ofrecen dividendos atractivos a los inversionistas.
En términos generales, las empresas de Crecimiento o Growth típicamente lucen más caras y con mayor riesgo debido a que pasan por un buen momento y las expectativas de los inversionistas son más ambiciosas en cuanto a generación de ingresos y utilidades. Las empresas de Subvaluadas o Value típicamente lucen más baratas y con menos riesgo debido a que los inversionistas ya han puesto en precio un escenario conservador con base en el momento que atraviesan. Escoger un estilo de inversión sobre otro es como escoger, por ejemplo, entre un súperhéroe u otro, ambos son buenos. Y en el caso específico de estas inversiones, las dos pueden ofrecer rendimientos atractivos, el arte está en encontrar el momento de invertir en cada una.
Este año, como se describe anteriormente, la preferencia de los inversionistas ha sido por las empresas de Crecimiento o Growth. Sin embargo, ha venido creciendo la narrativa entre los inversionistas sobre si ya es momento de empezar a hacer una rotación de cartera y echar un vistazo a empresas Subvaluadas. Al parecer esta idea podría ser aún temprana. El argumento se basa en las elecciones de Estados Unidos, en las que una victoria de Joe Biden y una barrida demócrata podrían marcar el comienzo de un impulso fiscal, con tasas de interés bajas e inflación controlada, lo que aun significaría un apetito por acciones de Crecimiento o Growth.
Con toda seguridad se puede decir que la diversificación en las carteras sigue siendo una herramienta fundamental para mitigar riesgos. Una manera de lograrlo es a través de las inversiones en ETFs (Exchange Traded Funds) que permiten la inversión en enfoques de inversión Growth y Value.
Gerardo Valdivia Díaz
gerardo.valdivia.diaz@bbva.com
Sales & Trading Desk – BBVA Global Markets