¿Después de la pandemia, viene la responsabilidad?
10 jul. 2020
Durante prácticamente toda la primera parte de este 2020 el tema de la pandemia ha dominado todos los ámbitos de vida de las personas en la mayor parte del mundo. Unos países antes y otros después han vivido los estragos de un fenómeno que, si bien no es nuevo (la aparición de una enfermedad) ha sorprendido por repentino, y generado miedo e incertidumbre tanto en el presente como en lo que se supone sucederá en el futuro.
Los mercados financieros no han sido la excepción y se han escuchado desde noticias catastróficas hasta otras triunfalistas que remiten a tiempos dorados de algunas bolsas de valores. Se buscan razones, señales y gurúes que expliquen lo que sucede todos los días; eso está en la naturaleza humana. Pero algo distinto ha ocurrido en esta ocasión: gran cantidad de voces coinciden en que “el mundo ya no será como antes”. Y es cierto.
De alguna forma, el mundo se estaba cuestionando seriamente, desde antes de este fenómeno, si lo que se está haciendo como sociedad es lo que llevará a un mejor futuro, si se está trabajando, invirtiendo y generando un mundo mejor para ésta y las generaciones que vienen.
Pero lo que se vive ahora ha puesto en prioridad este cuestionamiento, por lo que hacia adelante la tendencia de grandes y pequeños inversionistas no sólo será hacia la obtención de un rendimiento económico, sino de un rendimiento social. Y esto, que no es nuevo, cobrará gran relevancia: las llamadas inversiones ESG (Environmental, Social & Governance, por sus siglas en inglés) estarán cada vez más presentes en las carteras de inversión.
Pero, ¿qué implicaciones tiene este tipo de inversiones? Claramente el aspecto medioambiental considera el impacto que los gobiernos y las empresas tienen con sus operaciones en el entorno y es algo que cada día cobra mayor importancia.
El tema social considera cómo las entidades colocadoras de deuda o capital gestionan desde condiciones laborales –incluidas explotación de menores y las políticas de diversidad e inclusión–, así como el respeto a la cultura y organización de las comunidades en las que operan hasta la contribución a la salud y seguridad de sus habitantes.
El gobierno corporativo tiene que ver con la manera en que una empresa o gobierno toma decisiones, su ética, su estructura de remuneración, su transparencia en la información y su cumplimiento fiscal, entre otros.
La sociedad en general se está moviendo a gran velocidad a una forma distinta de hacer las cosas, incluyendo la manera en que se ahorrará, con mayor responsabilidad, con mayor compromiso y el tipo de empresas en las que se pondrá a trabajar ese dinero. Al menos eso parece y México no será la excepción.
Mauricio Rubio
Executive Director | Institutional and Corporate Sales
BBVA Asset Management
mauricio.rubio@bbva.com
Esta es una colaboración para la columna "Finanzas para Todos" de El Economista. Consulta también la nota aquí.