Diagnóstico de inversión: ¿Invertir en renta fija o variable?
1 feb. 2019
A finales del año pasado y en lo que va de este 2019, se han presentado varios eventos que han cambiado de manera importante el sentimiento de los mercados financieros y por consecuencia influido en el diseño de portafolios de inversión.
La combinación de estos factores, priorizando la política monetaria de la FED, ha dado como resultado un mayor apetito por activos de riesgo, provocando un arranque positivo para los principales índices de renta variable en lo que va del año, sin embargo, aún no se han disipado todas las preocupaciones de los inversionistas, por lo tanto, es posible asumir que, en los próximos meses, la volatilidad en los mercados financieros seguirá siendo una constante.
Ante este cocktail de información, encontrar alternativas reales de inversión que generen valor en los portafolios se ha convertido en un reto gigante, por tal motivo, se debe priorizar la relación riesgo-rendimiento para la construcción de las carteras de inversión.
Actualmente, las tasas de interés se encuentran en niveles superiores al 8.5%, pudiendo encontrar bonos corporativos de corto y mediano plazo con la más alta calificación crediticia y cupones superiores al 10.5%. En cambio, se espera que el índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) entregue un rendimiento de entre 10% y 12% tomando como nivel objetivo los 48,000 puntos. Considerando la prima de riesgo que los inversionistas demandan hacia los activos de renta variable, y desde un enfoque riesgo-rendimiento, la inversión en activos de renta fija resulta más atractiva en este año.
Sin embargo, la renta variable presenta oportunidades atractivas con riesgo moderado, la clave está en ser selectivos, buscando emisoras con sólidos fundamentales y rendimiento potencial superior al IPC. La selección de emisoras debe tener un enfoque cauteloso ante eventuales riesgos, favoreciendo una diversificación sana entre dólares y pesos tanto en ingresos como a nivel operativo, sanas estructuras de balance, alto flujo de efectivo libre y baja exposición de inversiones políticamente sensibles.
La diversificación y distribución del portafolio de inversión dependerá de los objetivos y necesidades de cada inversionista, sin embargo, es difícil hacer a un lado la oportunidad de invertir en tasas de interés altas que, por las expectativas y el desempeño de la economía, no se espera que se mantengan por mucho tiempo.
Priorizar la inversión en renta fija en estos momentos puede ser una idea acertada, siempre y cuando se considere la diversificación en activos de renta variable, productos estructurados y otros vehículos de inversión que sean un ingrediente que dé impulso al desempeño de la cartera. Para los inversionistas más sofisticados, existen vehículos de capital privado; ahora los más novedosos son los Fondos de Inversión en Arbitraje, que sin duda son una atractiva opción de inversión en el largo plazo.
Por Gerardo Valdivia Díaz
El autor es Sales & Trading Desk BPyP de BBVA
gerardo.valdivia.diaz@bbva.com