Tarjeta…de presentación
¿También tu tarjeta de crédito estuvo en cuarentena o seguiste utilizándola sin el control requerido? Tu respuesta será decisiva en estos tiempos de mayor incertidumbre económica que exige un mayor control de tus finanzas personales
La ansiedad de regresar a la ‘Nueva Normalidad’, como de manera generalizada definen la etapa posterior al confinamiento social por la pandemia, es cada vez más alta, literalmente como una olla de presión que está a punto de explotar, y sin duda esta situación se puede extrapolar a las finanzas personales. ¿Por qué? Hay que partir de dos escenarios básicos. El primero es que el confinamiento debería de reflejar una baja del gasto promedio de las familias porque sus miembros no se trasladaron a sus oficinas o escuela, no gastaron en alimentos porque la gran mayoría se prepararon en casa, y otras actividades recreativas, como el cine o tomar una copa, se cancelaron temporalmente.
El siguiente escenario implica un mayor gasto, que incluso superaría la baja que por el encierro obligado. Comida y servicios a domicilio, telefonía celular o conexión a internet, televisión por cable, contenidos, electrodomésticos, aparatos de ejercicio y una amplia lista se traducirán en mayores gastos que incluso amenazan con desequilibrar tu presupuesto y más sí algunas compras las realizaste a crédito en el entendido que podrías perder tu empleo y con ello los ingresos o en el mejor de los casos una reducción temporal del sueldo por la contingencia sanitaria.
Y existe un punto donde ambos escenarios se unen y se suma la tarjeta de crédito. La experiencia de algunos países que levantaron las restricciones de movilidad antes que México, es que muchos habitantes corrieron literalmente a las tiendas para saciar el consumo reprimido por semanas, lo que a todas luces es un error muy grande sobretodo sí la motivación es más de ansiedad que necesidad porque incrementarás tus deudas justo cuando inicia quizás la parte más complicada para la economía nacional que podría reportar una baja nunca antes vista en el segundo trimestre del año acompañada de más pérdida de empleos. Si lograste ahorrar en la prolongada cuarentena es posible que tu capacidad de compra, pero no de endeudamiento, sea mucho más amplia que para alguien que le salió mucho más caro el encierro.
Y la tarjeta de crédito entra en escena porque este mecanismo de financiamiento para emergencias y prioridades ahora más que nunca es un activo que debes de cuidar y esto no necesariamente implica que la dejes de usar, sino que ahora debes de anteponer el efecto a mediano y largo plazo de tus decisiones actuales de compra, y más aún si recibiste el apoyo que la mayoría de los bancos ofrecieron a sus clientes para diferir hasta seis meses los pagos correspondientes.
Recuerda que además y por precaución de las instituciones y para los mismos clientes, quizás no sea tan inmediato solicitar un nuevo plástico. Una razón más para cuidar tus tarjetas de crédito que serán tu mejor carta de presentación no sólo por el manejo y uso sino por la posibilidad de convertirse en un aliado en momentos apremiantes y más complicados para tus finanzas públicas.
@robertoah