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Por Alejandro Medina

¿Puede Latam tener big techs? Los emprendedores dicen que sí

Los emprendedores de Latinoamérica no sólo han demostrado tener la capacidad de desarrollar buenas compañías, sino que también están en una acelerada carrera por desarrollar las próximas súper firmas tecnológicas que apuntan a poner a la región dentro del mapa global de la innovación.

Durante los últimos años ha venido desarrollándose cada vez de manera más explosiva el emprendimiento en Latinoamérica, generándose todos los días más y más proyectos que poco a poco han ido levantando la mano en cada uno de sus países de origen.

Esto ha sucedido en cualquier cantidad de segmentos de negocio, desde el financiero, con empresas que están cada vez generando soluciones más innovadoras en temas como el acceso al crédito o el pago de servicios, hasta el educativo, con formatos de enseñanza que están haciendo a la gente olvidarse de las típicas aulas de clases.

Hay datos que claramente demuestran este desarrollo. Por ejemplo, la aceleradora de Silicon Valley, Y Combinator (YC), ha visto crecer en los últimos años el volumen de empresas de esta zona que participan dentro de sus programas de aceleración.

Fue en 2013 cuando la primera compañía latina fue aceptada por YC, comenzando a partir de esa fecha un recorrido que ya ha llevado a un total de 82 empresas de la región a integrarse a las filas de esta aceleradora de la que han salido startups como Airbnb, Dropbox o Stripe.

Y el común denominador del alcance y éxito que están teniendo estos proyectos que los emprendedores de la región están desarrollando es uno: el uso, cada vez de mejor manera, de la tecnología y cada una de sus innovaciones.

Es así como ya contamos con ejemplos de startups latinas que tienen la capacidad de imitar el éxito que han conseguido algunas de las big techs, nombre con el que se le conoce a las mayores firmas tecnológicas del mundo, que en la última década han transformado al mundo, como son Uber o Facebook.

Rappi es precisamente una de ellas. La startup de delivery nacida en Colombia y fundada por Sebastián Mejía, Simón Borrero y Felipe Villamarín es una de las caras más visibles de esta tendencia, teniendo hoy presencia en nueve países de América Latina.

La firma, que al día de hoy ha levantado casi 1,400 millones de dólares (mdd) en inversiones de fondos como el del banco japonés SoftBank, ha demostrado que, a través de tecnología, es posible entregar hasta las puertas del hogar cualquier tipo de pedido, desde una comida hasta la despensa o, inclusive, artículos de las tiendas de retail de marcas como Nike o Adidas.

Otro ejemplo importante de éxito es el de la argentina Ualá, un challenger bank con presencia en su país de origen y en México, que está buscando fortalecer la inclusión financiera a través de su catálogo de soluciones.

Esta compañía de base tecnológica, que ha levantado poco más de 190 mdd en inversiones provenientes de fondos como Tencent, ha logrado ya colocar sus servicios en hasta un 7% del total de la población argentina.

Finalmente, en México también están pasando cosas. El primer unicornio tricolor de la nueva era, Kavak, empresa valuada en 1,150 mdd, ha ido poco a poco cambiando la manera en que se compran y venden autos usados en el país, apoyado también por una respuesta tecnológica a los problemas que tradicionalmente pasaban dentro de este segmento, como el fraude en la factura del vehículo.

“Cuando piensas en todos los empleos que están generando este tipo de compañías, los servicios que están brindando y el ruido global que están haciendo, te das cuenta de que sí es posible crear gigantes tecnológicos en Latinoamérica, y me parece que ese es el camino que llevará a la región a despegar hacia adelante”, advierte Dalton Caldwell, partner de Y Combinator.

Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de BBVA.