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Ricardo Aparicio Castillo

Consolidando la empresa familiar

Cuando un emprendedor funda una empresa, muchas veces lo hace con la idea de que crezca, sea exitosa y perdure muchos años. Cuando lo logra y el negocio se consolida, con el tiempo empiezan a presentarse otros retos importantes. Uno al que todo negocio se enfrenta es garantizar su continuidad. Hay que enfrentar cambios tecnológicos, nuevos competidores, crisis económicas, pandemias, etcétera.

Dentro de todas las dificultades que una empresa debe afrontar, pareciera que hay un obstáculo, que según las estadísticas, es muy difícil de superar: la familia.  ¿Cómo puede ser que la familia sea una complicación para un negocio? Si hablamos de que más del 95% de las empresas mexicanas son familiares y de que solo un 15% aproximadamente logra pasar a la tercera generación, debemos preocuparnos realmente por entender que está pasando.

¿Por qué sólo 1 de cada 6 empresas familiares logra pasar por dos transiciones generacionales? Evidentemente son muchas las causas y las razones que pueden explicar esto. Lo que es importante tener presente es que en muchas ocasiones no son los factores externos, como pueden ser entornos adversos económicos, nuevos competidores, disrupciones tecnológicas y muchas otras más, los que evitan la continuidad de una empresa familiar. Los problemas externos en la mayoría de las ocasiones son superables, como lo demuestran innumerables historias de empresas familiares en México y el mundo que han logrado seguir operando incluso por siglos. Las fuentes principales de las dificultades habría que buscarlas más bien dentro de la propia empresa.

Uno de los mayores retos que una empresa familiar debe superar es la sucesión generacional. Frecuentemente vemos cómo se retrasa innecesariamente este momento y hay una falta de planeación y preparación para la transición de la riqueza y del poder.  Cuando la sucesión se hace de forma precipitada o forzada, es muy probable que la empresa termine desapareciendo, dividiéndose o pasando por un periodo de mucha incertidumbre y pérdida de valor económico, social, humano y familiar.

La sucesión en una familia empresaria es algo que requiere de tiempo, dedicación y mucha voluntad para llevarla a cabo, a través de una planeación cuidadosamente realizada. Son muchos los aspectos que deben considerarse en lo familiar, en lo empresarial, desde la propiedad y en donde estos ámbitos se entrelazan.

En lo familiar, algunos aspectos medulares son la salud emocional, la formación de los sucesores y la preparación del patriarca para el momento de la sucesión. Por la experiencia de más de 50 años del IPADE documentada través de su Centro de Investigación para Familias de Empresarios | BBVA en estos temas, lo familiar es la dimensión más importante para considerar. De acuerdo a estudios realizados por el CIFEM | BBVA encontramos que el 69% de las empresas familiares mexicanas no cuentan con un plan de sucesión, 20% está en proceso, pero no lo tiene totalmente definido y solo un 16% lo tiene claro y definido. ¿Coincidencia con el índice de supervivencia de una empresa familiar?

La forma de gestionar y gobernar el negocio estará fuertemente influenciada por la dimensión familiar. Cuando la persona al frente del negocio quiere mantener el poder por más tiempo del adecuado, cuando el resentimiento se impone a la razón, cuando las pasiones se desbordan y lo racional pasa a un segundo plano, la familia se desintegra, el negocio se deja de gestionar adecuadamente y ambos ámbitos, familia y negocio, terminan mal.

Reflexionar sobre estos temas y tomar conciencia de los aspectos que son necesarios considerar, es un primer e importante paso para trabajar en el futuro del negocio y de la familia. La experiencia nos dice que siempre es mejor adelantarse a las transición generacional a esperar que la crisis se presente para empezar a actuar.

 

Ricardo Aparicio Castillo

Director y Profesor de las áreas de Factor Humano y de Empresa-Familia.

Director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios | BBVA.

Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de BBVA