Lo mejor que puedes hacer es invertir en ti mismo. Esto te traerá muchos beneficios financieros y personales. Checa por qué.
Siempre he sido una chica muy inquieta.
Recuerdo que estaba en el cuarto semestre de la carrera en Comunicación y le dije a mi mamá que ya quería trabajar. A lo que ella respondió:
-¿Para qué o qué?
Yo: Pues porque quiero ganar dinero JAJAJA
Y ella dijo:
-Espérate a hacer tus prácticas profesionales, luego saldrás de la carrera y seguro que encontrarás algo.
La neta yo pensé:
-¿Y esperarme todo este tiempo? Nooombre, mañana mismo iré a buscar trabajo.
¿Cómo comenzó todo?
Y así fue. La verdad no tenía experiencia en nada, así que se me hizo fácil llenar mi solicitud de empleo e ir a darme una vuelta a una plaza que estaba cerca de mi universidad.
Dejé varias solicitudes de empleo. Una en la tienda de ropa cool, otra en una cafetería, otra en el cine y al último pasé por una cafetería que vende unas donas deliciosas (no puedo mencionar la marca pero seguro sabes cuáles son).
El chiste es que pasó un rato y no me llamaron de ningún lado hasta que un día me contactaron de esa tienda de donas deliciosas para decirme que estaban buscando a alguien para el puesto.
Fui. Me entrevistaron y les dije que yo estaba cursando la universidad por las mañanas, que por fa, nada más respetaran mis horarios y listo.
Ellos aceptaron y oficialmente comencé a trabajar con ellos un miércoles del mes de febrero.
De verdad estaba muy emocionada jajaja porque al fin iba a ganar dinero (por mi cuenta) y sin ayuda de mis papás.
Hacía cafés, frappés y vendía muchísimas donas al día.
Llegué a ser una empleada muy destacada con los clientes, siempre agradecieron mi amabilidad jaja. La verdad me gustaba mucho ese trabajo.
¿Cuánto ganaba?
Bien poquito jajajaja pero era universitaria y seguía viviendo en casa de mis papás. Nomás me hacía cargo de mis pasajes y algunas comidas.
Poco a poco, fueron llegando las quincenas y mi dinero se fue juntando y creciendo. Entonces se me ocurrió una gran idea.
“De verdad estaba muy emocionada jajaja porque al fin iba a ganar dinero (por mi cuenta) y sin ayuda de mis papás”.
Invertir en ti es la mejor inversión
Todo ese dinero lo invertí en algo que con el tiempo me sumó muchísimo en mi formación como Comunicóloga.
Siempre me llamó la atención todo ese mundo de la radio, locución comercial y doblaje de voz, así que con ese dinero de mi sueldo, comencé a pagarme esos cursos.
Por las mañanas iba a la universidad, en las tardes vendía donas y los fines de semana me lanzaba a aprender sobre el mundo de la radio.
“Siempre me llamó la atención todo ese mundo de la radio, locución comercial y doblaje de voz”.
¿Cómo me administraba?
Aplicaba la regla del 50/30/20
El 50% de todo mi dinero lo destinaba al pago de mi curso (mis gastos fijos).
El 30% se iba a mis gustitos
El 20% de mi sueldo lo destiné al ahorro
¿Y qué pasó después?
Duré un año completo en ese trabajo y me gradué de la carrera de Comunicación con un montón de experiencia, ¿veeeen?
Recién terminé la carrera y encontré un muy buen trabajo. Si le hubiera hecho caso a mi mamá y me hubiera esperado hasta “mis prácticas profesionales”, la historia hubiera sido completamente otra.
Muchas veces hay que seguir nuestro instinto y hacer lo que queremos hacer.
La clave es: Tener una meta en la cabeza, trabajar, organizar tus tiempos, armar un buen presupuesto, ahorrar y hacerte caso (si algo en tu cabeza te dice: hazlo), no lo pienses mucho y ve por eso que quieres.