¿Qué es una microempresa y cuáles son sus objetivos?

En el mundo empresarial existen empresas pequeñas, medianas y grandes. En este sentido, puede que también hayas escuchado sobre qué es una microempresa.

En la economía mexicana, las microempresas desempeñan un papel esencial, ya que contribuyen un 95% en los negocios de México. Igualmente, generan el 40% de los empleos a nivel nacional y tienen una contribución significativa del 15% al Producto Interno Bruto (PIB).

Conoce a continuación los tipos y características de una microempresa para tomar decisiones asertivas en tu negocio.

Si estás por crear una empresa o quieres entender el mercado de la compañía en la que trabajas, conocer las características de una microempresa te ayudará a definir tu modelo de negocio.

Una microempresa se conoce por los siguientes puntos:

• Tienen de 1 a 10 empleados.
• Generan ingresos que no sobrepasan los 4 millones de pesos, operando con una estructura eficiente y optimizando recursos.
• Estos negocios, al no contar con maquinaria para producciones masivas, basan su producción en la mano de obra.
• Gestionan su logística con la colaboración de otras empresas, aprovechando plataformas de envío a domicilio y servicios de asesoría legal para facilitar sus operaciones.
• Las microempresas requieren una inversión más moderada para impulsar su crecimiento. 
• Su capacidad de adaptación les permite cambiar estratégicamente el rumbo del negocio cuando es necesario, lo que posiciona a las microempresas como actores ágiles en el mercado.

Aunque presentan áreas de oportunidad en aspectos como la expansión internacional, las microempresas siguen siendo motores fundamentales para la economía del país gracias a los empleos que generan al año.

Las microempresas pueden clasificarse en tres categorías fundamentales que se muestran a continuación:

• De supervivencia: Surgen por necesidades económicas inmediatas, pero carecen de presupuesto, inversión, financiamiento o capital inicial. Se caracterizan por una producción inmediata y limitada. Un ejemplo puede ser alguien que hace y vende artesanías desde su hogar. 
• De expansión: Este tipo de microempresas tienen recursos financieros para su crecimiento. Cuentan con la capacidad de contratar personal adicional y ampliar sus operaciones al generar ingresos. Un ejemplo sería una persona que contrata a otra para la elaboración de artesanías para su negocio.
• De transformación: Experimentan un crecimiento significativo en su facturación y pueden expandir sus operaciones. Retomando el caso de las artesanías, en esta categoría el dueño del negocio renta un local para abrir una tienda y contrata un equipo para ofrecer una variedad de piezas.

Al definir el tipo de negocio puedes establecer el presupuesto que tienes y la cantidad de empleados que necesitas para empezar a desarrollar tu empresa.

Los objetivos de una microempresa pueden variar según su naturaleza y sector, pero algunos objetivos comunes incluyen:

1. Sostenibilidad Financiera: Buscan la estabilidad económica a largo plazo para asegurar la continuidad del negocio en un mercado cambiante.
2. Optimización de Recursos: Utilizan eficientemente los recursos disponibles, especialmente en términos de personal, materiales y financiamiento.
3. Satisfacción del Cliente: Logran la satisfacción del cliente a través de la entrega de productos o servicios de calidad.
4. Desarrollo de Marca y Reputación: Construyen una presencia de marca sólida y mantienen una buena reputación en el mercado.
5. Innovación y Adaptación: Impulsan la innovación y la capacidad de adaptación a cambios en el mercado y las tendencias.
6. Eficiencia Operativa: Mejoran continuamente los procesos internos para maximizar la eficiencia y reducir costos.
7. Generación de Valor: Aportan valor a la comunidad local y a los clientes a través de sus productos o servicios.

Estos objetivos pueden variar dependiendo del tipo de microempresa y el mercado al que te quieres enfocar. Sin embargo, estos pueden ayudarte a crear un modelo de negocio base que impulse el crecimiento de tu empresa.

Al tener tu plan de negocio, es importante considerar el financiamiento de tu empresa. Esto va a permitir que tu negocio crezca y cumplas con las metas que te establezcas. 

En este sentido, podrías optar por algún apoyo financiero como una cuenta empresarial o un Crédito Pyme BBVA.

Si decides abrir una cuenta empresarial, te ayudará a organizar las finanzas de tu empresa teniendo control y monitoreo sobre tu dinero en cualquier momento.

En cambio, el Crédito Pyme te ayuda a cubrir los gastos operativos, dándote la flexibilidad para enfrentar imprevistos. También puedes aprovechar la oportunidad de hacer crecer tu negocio adquiriendo maquinaria o herramientas necesarias para brindar un mejor servicio a tus clientes.

Utiliza el simulador de Crédito Pyme para planear tus finanzas y establecer metas según tu presupuesto. Pero antes de adquirir este crédito para tu microempresa analiza los distintos tipos de Crédito Pyme que BBVA ofrece.

Adicionalmente algunas de las ventajas de contratar un crédito con BBVA son:

• Recibes asesoría personalizada.
• Si eres persona física con actividad empresarial, puedes simular y solicitar tu crédito en línea y recibir respuesta en 48 horas.
• No necesitas ser cliente para solicitarlo.
• Obtienes financiamiento para tu capital de trabajo o activos fijos.
• Puedes repartir tu crédito en 1 o 2 productos:
  • Crédito Simple.
  • Tarjeta Negocios.
• Elige entre una tasa de interés fija o variable según el producto que prefieras: 
  • Con Crédito Simple, puedes contratar con tasa variable o fija. 
  • Con Tarjeta Negocios, contratas siempre con tasa variable.

Conocer todo sobre lo qué es una microempresa y los distintos modelos de negocio que existen te permite crear decisiones financieras informadas que ayudan a impulsar tu negocio.

No olvides que BBVA te otorga herramientas financieras que facilitan el monitoreo del dinero de tu empresa y te ayudan a crear modelos de negocio sostenibles.