Descubre cómo cambian las metas financieras a través de tu vida y qué puedes hacer para prepararte en cada etapa.
Tu situación financiera nunca será estática, ya que el momento de la vida en el que te encuentres afectará el tipo de activos que tienes, así como tus objetivos financieros.
Por eso, es probable que tus metas financieras cambien a medida que atravieses diferentes etapas. Lo que te parece adecuado cuando comienzas a trabajar puede cambiar si decides empezar una familia o lo que es bueno para ti cuando estés en la cima de tu carrera, probablemente cambiará cuando te jubiles.
¿Cómo cambian las metas financieras a través de mi vida?
La principal diferencia se da entre la necesidad de generar y acumular activos o la preservación y el manejo de ellos.
Dependiendo de la edad que tengas y las metas financieras que hayas definido, debes crear un plan patrimonial. Esto se debe a que no existe una etapa de la vida en la que seas inmune a eventos imprevistos o momentos de bonanza.
A medida que vayas envejeciendo, tu situación y metas financieras cambiarán, por lo que tu plan también tendrá que ajustarse. De esta forma, considera plantearte objetivos a corto, mediano y largo plazo:
1. Empezando tu vida financiera
Al comienzo de tu vida laboral, tienes un largo horizonte financiero y apenas comenzarás a ganar capital para construir tu futuro. Este es un buen momento para sentar una base y planificar hacia adelante.
Objetivos a corto plazo:
- Crea un presupuesto. Establece bases financieras sólidas con un presupuesto mensual.
- Junta dinero. Ahorra para tus metas financieras y reserva dinero para un fondo de emergencias, es decir, trata de acumular reservas de efectivo que puedan sostener gastos equivalentes a tres o seis meses; esto te ayudará a enfrentar los momentos de crisis.
- Protégete. Considera la compra de un seguro de vida y uno médico; si tienes salud, cualquier meta está a tu alcance.
- Invierte. Investiga cómo funcionan las inversiones y de ser posible, destina a ellas parte de tus ahorros de manera regular.
2. En la media de tu vida
Es posible que estés pensando en formar una familia o que ya tengas un hogar en crecimiento, por lo que los gastos pueden ser elevados. Dado que tienes mayores obligaciones financieras, es una buena idea actuar con prudencia al invertir, pues no quieres exponerte al riesgo de no poder atender las necesidades de tus dependientes.
Objetivos a mediano plazo:
- Empieza a construir tu patrimonio. Busca la forma de comprar una casa, pero no te excedas en este rubro, pues debes procurar vivir bajo tus posibilidades. Toma decisiones financieras informadas en las que consideres las necesidades y metas de tu familia.
- Genera suficientes reservas financieras. Esta debe ser una de tus prioridades; vuelve a revisar si tu fondo de emergencias es suficiente para cubrir los gastos de toda tu familia. Revisa tus coberturas quedándote con la certeza de que tú y tus dependientes tienen una protección adecuada.
- Prepárate para tus necesidades futuras. Determina cuánto dinero necesitas para el estilo de vida que quieres llevar cuando dejes de trabajar y la atención médica que podrías requerir cuando te jubiles.
- Considera a tus dependientes. Asegúrate de tener ahorrado o invertido dinero para la educación de tus hijos y otras necesidades que puedan surgir.
- Invierte más. Con las bases financieras cubiertas, tendrás una mayor libertad para maximizar los retornos de tus movimientos en función de tu tolerancia al riesgo y tus objetivos a corto, mediano y largo plazo.
3. Prepárate para la jubilación
En esta etapa es posible que debas gestionar prioridades y que tus hijos necesiten una educación universitaria; además puede suceder que debas ocuparte de una parte de las necesidades financieras de tus padres y una vez que dejes de trabajar, querrás ser autosuficiente, por lo que idealmente, tu casa debe estar pagada.
Objetivos en el largo plazo:
- Jubílate libre de deudas. Trata de pagar completamente tus deudas antes de jubilarte; comienza a liquidar cuanto antes todo lo que puedas.
- Monetiza tu casa. Es posible que tus hijos ya sean independientes, por lo que puede que requieras una casa más pequeña. Vende o renta tu propiedad y compra algo más pequeño y menos costoso.
- Gasta tus fondos de jubilación con sensatez. En este punto, donde su horizonte de inversión se acorta, es posible que desees preservar lo que has ahorrado cambiando tus inversiones por algunas menos riesgosas y que sean fáciles de liquidar, como los bonos gubernamentales. También puedes invertir en diferentes productos que generen un flujo regular de ingresos.
Con una buena planificación financiera puedes estar preparado para los cambios a lo largo de tu vida. Una correcta administración del dinero te entregará tranquilidad y la posibilidad de cumplir tus distintas metas financieras junto a tu familia.