Considera estos criterios a tomar en cuenta al momento de elegir tu próximo vehículo. ¿Prefieres manejar autos automáticos o manuales?
Autos automáticos o manuales: principales diferencias
1. La palanca de velocidades
Una de las diferencias más evidentes. Los coches manuales tienen una transmisión de 5 o 6 marchas, llamadas también velocidades. Estas se modifican desde la palanca de velocidades, que suele estar a la derecha del asiento del conductor.
Para usarla, solo debes empujarla a la ranura/espacio indicado para la 1ª marcha, siempre pisando el freno, y verás cómo tu auto avanzará sin problemas a una velocidad reducida.
Para incrementar la velocidad, deberás cambiar la posición de la palanca de velocidades hacia los números superiores, moviéndote de 2ª velocidad a 3ª y así sucesivamente. Los autos automáticos, en cambio, tienen una transmisión de cambios simplificada, incluyendo opciones como Reversa, Neutro o Conducir.
Como puedes ver, no deberás ir moviéndote entre velocidades (pues ya no hay más números), sino que solamente debes concentrarte en ir hacia atrás, adelante, o detenerte por completo. Para acelerar, deberás pisar más a fondo el pedal correspondiente.
2. El clutch
ambién llamado pedal de embrague, el clutch está a la izquierda del pedal para acelerar. Cumple una función clave en los autos manuales.
Básicamente, al pisar el clutch, acoplas y desacoplas el motor de la transmisión a tu antojo. Deberás pisarlo cada vez que cambies la palanca de velocidades para acelerar o frenar. Es un poco complicado al principio, cuando todavía no encuentras el ritmo.
Uno de los problemas que tienen las personas que están aprendiendo a manejar -o incluso aquellas que nunca han conducido este tipo de coches- es que, sin querer, mueven la palanca de velocidades para acelerar y se les olvida pisar el clutch. Este uso ineficiente puede desgastar la transmisión, generar ciertas sacudidas o traqueteo, y hasta puede provocar que se les apague el coche cuando no quieren.
3. La experiencia de manejo
El clutch y la transmisión automática son elementos que pueden volver más complicado el manejo al comprar un vehículo. Sin embargo, cada quien tiene sus gustos.
En este caso, se resalta un manejo más preciso del automóvil entre aquellos que tienen una transmisión manual, pues muchos disfrutan de tener el control total y de la experiencia constante -siempre consciente- de manejo.
En cambio, aquellos con transmisión automática resaltan la facilidad de uso, y priorizan la practicidad de manejar sin pensar mucho en ello.
Ya sea manual o automático, un auto será una inversión única a la que cada conductor sabrá sacarle provecho.
4. Consumo de gasolina
En términos de qué es mejor, un auto manual o automático, se suele mencionar mucho el gasto de gasolina.
La mayoría de los autos con transmisión manual tienden a consumir menos gasolina, pero considera que en este factor también influyen las horas de uso, kilómetros recorridos, y qué tan frecuentemente le das servicios a tu auto.
Por otro lado, la tecnología de transmisión automática ha avanzado mucho, y el gasto de combustible es un tema muy importante para todas las automotrices, en donde los autos híbridos son cada vez más utilizados. Como siempre, dependerá de tus preferencias.
5. Terreno y uso
Necesitarás tomar en cuenta el uso diario qué le darás a tu auto. Piensa si transportarás carga, o deberás llevar a tus hijos a la escuela, si recorrerás grandes distancias en caminos de tierra o avenidas despejadas o, al contrario, esperas verte inmerso en el tráfico y las calles estrechas de una ciudad.
El cambio constante de velocidades que debes hacer al manejar por una ciudad con tráfico, donde en cada semáforo y cruce deberás pisar el clutch, puede dejarte cansado. Por ello, muchos conductores optan por la transmisión automática.
6. El precio
¿Qué es mejor, un auto manual o automático?
¡Todo depende de ti! Ambos tipos de vehículos se mantienen bastante populares, vendiéndose con frecuencia en el mercado mexicano.
Por supuesto, ya sea manual o automático, tu vehículo necesitará estar asegurado y recibir mantenimiento frecuente para que pueda dar lo mejor de sí y mantenerse en excelente estado a lo largo de los años.