7 claves para la administración de pequeñas empresas

Es fundamental tener tu cuenta bancaria personal y una cuenta aparte para el negocio. Incluso aunque tengas registro ante el SAT (Servicio de Administración Tributaria) de persona física con actividad empresarial y puedas mantener tu cuenta actual, es mejor abrir otra.

Así justificas actividades económicas a la Secretaría de Hacienda de forma mucho más clara, y hay menos posibilidades de que confundas la procedencia de depósitos y transferencias, o que a tus proveedores y socios les suceda lo mismo.

El flujo de caja es el dinero que tienes disponible para solventar los gastos del día y los costos operativos que mantienen funcionando a tu negocio. 

Un flujo de caja positivo implica que tu empresa está percibiendo más ingresos que gastos, mientras que uno negativo significa más gastos y, por lo tanto, una pérdida de dinero mayor. 

Una forma de cuidar el flujo de caja es hacer gastos en el momento que mejor se amolde a tu patrón de ingresos, es decir, que realices los mayores gastos cuando recibas los mayores ingresos, o tras pactar con proveedores los pagos a 30, 60 o 90 días.

Los estados de cuenta bancarios son muy importantes, y por lo mismo una muy buena idea es crear una carpeta donde guardes cada uno de estos. Date el tiempo de leerlos minuciosamente y analizarlos.

Cuando veas plasmados tus gastos e ingresos de manera gráfica y resumida, podrás obtener un mejor panorama de la manera en que manejas tus finanzas, y podrás concluir si estás gastando de más en algún área, o determinar en cuál periodo sueles incurrir en más gastos, todo lo cual te ayudará a tener una mejor salud empresarial.

Aparte de tu mercancía e insumos, incluye a tus colaboradores y nóminas, de egresos e ingresos, de pérdidas y ganancias. Contabiliza todo lo que requiera recursos financieros.

Lo importante es que mantengas un inventario actualizado de tu empresa, con tal de que puedas volver cuantificables las decisiones que tomas día a día y verificar cómo afecta de manera tangible tu situación financiera.

Hablando de cómo llevar las finanzas de un emprendimiento, una tarjeta de crédito para empresas sería una buena aliada para cierto tipo de gastos.

Por supuesto, revisa bien los plazos de pago, comisiones y otras cuotas, proponiéndote mantener tus finanzas en orden y crear un buen historial crediticio.

Recuerda contemplar las tasas de intereses, la cuota anual y otras comisiones en caso de utilizar un crédito o una tarjeta empresarial, siempre será importante evitar incurrir en multas por pagos atrasados. 

Igualmente, pacta acuerdos muy claros con tus proveedores y solo accede a un crédito empresarial cuando exista estabilidad y buen flujo de caja.

Otro elemento esencial en cuanto a las finanzas para emprendedores es aprovechar todas las ventajas que puede ofrecer la banca digital.

Si tienes activadas las notificaciones, sabrás el instante en que alguien te ha depositado, o que te cobran algún servicio domiciliado. Considera monitorear todo lo que sucede en tu cuenta bancaria, desde saldos, movimientos, pagos de servicios o ingresos de clientes.

Evita sorpresas, y quédate con la tranquilidad de que puedes hacer una gran cantidad de trámites desde la App de tu banco, pedir aclaraciones y generar códigos para retirar efectivo en el cajero sin tarjeta, entre muchas cosas más.

Claro, cómo llevar las finanzas de un emprendimiento depende de la industria en la que se encuentre tu negocio y del número de personas en tu equipo, así como de múltiples factores económicos y sociales, pero estos consejos son una buena base para cuidar del bienestar de tu empresa.