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Inflación resiliente en un entorno complejo

17 oct. 2023

La inflación a nivel mundial muestra signos de desaceleración, sin embargo, el problema actual es lograr observar que se estabilice a los niveles objetivo de los bancos centrales, ya que ha mostrado resiliencia en la inflación subyacente, en específico en servicios. Cada economía tiene sus particularidades, pero pese a su diversidad se parecen en la dificultad para medir y controlar los efectos de segundo orden ocasionados a partir de la pandemia.

Para México en particular se prevén varios elementos que afecten a la inflación en 2024, de ahí que es importante mencionar que a poco menos de tres meses para concluir este año, el crecimiento económico sorprende, porque se estima que termine por encima de 3%, dato que a principios de año se proyectaba en niveles de 1.5%.

Las proyecciones de crecimiento para 2024 se revisan al alza ubicándose entre 2.5% y 3%. Pese a esta previsión, se espera que la inversión continúe aumentando debido al fenómeno conocido como nearshoring, mismo que se encuentra limitado por la infraestructura, así como por los cambios en la Reforma Energética. No obstante, la inversión en activos fijos se mantiene en aumento desde finales de 2022. 

Los datos de consumo no dejan de sorprender con niveles por encima a los observados antes de la pandemia, lo cual muestra una dinámica económica sólida. 

En lo que respecta al sector público, en el Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Federación, se plasma un déficit fiscal equivalente a 4.9% del Producto Interno Bruto (PIB), con requerimientos financieros del sector público que representan 5.4% del PIB, enfocado en gran parte a programas sociales y terminación de obras.

Asimismo, se espera que el gobierno continúe con su política de alza en el salario mínimo, el cual se espera tenga un aumento para 2024 de entre 10% y 20%. Estos datos implican que las presiones inflacionarias pueden seguir presentes para el siguiente año, obligando a una dieta en el consumo y el gasto. Con lo cual, llevaría a pensar en la posibilidad de tener una política monetaria restrictiva por mayor tiempo.

Por último, invitar a reflexionar sobre el contexto global en el que se observa el proteccionismo de los países, mismo que se refleja en el cambio en sus cadenas de producción. Asimismo, el efecto en precios de commodities por los conflictos internacionales y, por último, las implicaciones de la inteligencia artificial. 

Algunos de estos efectos podrían traer consigo la posibilidad de que se esté  entrando en un régimen inflacionario más elevado, en el que se tengan que modificar las tasas neutrales teóricas de los bancos centrales, lo cual implicaría tasas más elevadas en el futuro.

 

Adolfo López González
Fixed Income & Credit - VP Portfolio Manager
BBVA Asset Management