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El capitalismo consciente y el futuro de las inversiones sostenibles

12 oct. 2023

En 2017, Raj Sisodia y John Mackey crearon en Estados Unidos el concepto “capitalismo consciente”, mismo que pasó de ser un movimiento a un manual para construir y gestionar empresas. El término se refiere, en esencia, a negocios basados en el amor y cuidado de un sistema que ve a sus clientes como proveedores y colaboradores, como seres humanos de carne y hueso, a quienes resulta un privilegio servir.

Esta filosofía va más allá del concepto de bienestar financiero de las organizaciones, ya que busca el cuidado al entorno con la integración de todas las partes implicadas de la empresa. El capitalismo consciente contempla la acción de ejecutivos, empleados, proveedores y consumidores finales direccionando sus esfuerzos a favor del medio ambiente, procurando el bienestar de la sociedad.

Por lo anterior, durante esta transición del capitalismo al capitalismo consciente, actualmente las organizaciones buscan generar un impacto positivo en la evolución de la humanidad y del planeta, además de obtener ganancias. Lo anterior ocurre también con los inversionistas, quienes ya no buscan una retribución económica inmediata, sino que se atiendan las problemáticas ambientales, sociales y financieras.

El Informe de Inversión de Impacto 2023, que se refiere a las tendencias de inversión encaminadas a efectos ambientales positivos, muestra que la inversión en capital consciente ha experimentado un crecimiento constante. El reporte señala que las empresas con una sólida estrategia de sostenibilidad tienen mayor probabilidad de superar a sus iguales o pares en sus metas a largo plazo.

Los cambios climáticos son un factor que preocupa a personas, gobiernos y entidades empresariales, ya que se han acelerado las emergencias humanitarias en los últimos años, se han vivido catástrofes relevantes, como el caso del tifón Nanmadol, que azotó a Japón en septiembre de 2022 y produjo la evacuación de cerca de nueve millones de personas, así como los incendios presentados en Australia en diciembre de 2019. 

Por factores como los mencionados, surgió la Inversión Socialmente Responsable (ISR) apegada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y suscritos en 2015 en el Acuerdo de París. 

Este último engloba la acción contra el cambio climático de 192 países, basada en la reducción de gases de efecto invernadero, misma que está relacionada con la intensidad de las actividades que utilizan combustibles fósiles. El acuerdo plantea la meta de evitar que aumente el calentamiento global otros 1.5 grados centígrados por encima de la media actual, lo que implicaría el derretimiento de hielos, aumento del nivel del mar, huracanes devastadores, entre otras consecuencias.

Lo anterior se refiere a que al momento de buscar una cartera de inversión que genere mayor valor, los inversores y organizaciones se enfoquen en la preservación del medio ambiente, apegados también a criterios sociales, que están encaminados a que las organizaciones fomenten la diversidad e inclusión, así como el respeto a los derechos humanos. Finalmente, que incluyan un gobierno corporativo que alude a la cultura, prácticas internas y transparencia en la información, con la finalidad de brindar rentabilidad y reducir el riesgo de la cartera.

En un futuro, las carteras ISR podrían ser la única vía, dado que las empresas que no se apeguen a la sostenibilidad serán menos rentables por sus impactos negativos en el ambiente, como el caso de aquellas que utilizan un consumo desmedido del agua para su producción.

Existen diversas empresas de gestión de activos que cuentan con una oferta diversificada de fondos ISR. Estas inversiones contribuyen social y ambientalmente, a la par de generar rendimientos en el largo plazo, tanto en fondos de deuda como de renta variable.


Mariana Concepción Cuenca
Associate Product & Client Servicing
Oscar Nolasco Martínez
Associate Product & Client Servicing
BBVA Asset management México