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Estancamiento económico y alza de precios … ¿cómo estar preparado?

13 may. 2022

Eduardo Montes de Oca Ilizaliturri

El riesgo global de estanflación empieza a tomar relevancia en los mercados financieros y probablemente pueda tomar aún mayor importancia en las próximas semanas dependiendo de la interacción de algunos factores, entre ellos los bancos centrales e inflación.

Este escenario impacta a todos los ciudadanos y por eso, como inversionistas, hay que asegurarse que la planeación financiera personal busque mitigar riesgos en ese escenario económico, pero a la vez busque mantener expectativas de crecimiento en patrimonio en el largo plazo. Pero, ¿qué es la estanflación y cómo balancear inversiones ante ésta?

La estanflación se define como un periodo en el que se tienen principalmente tres factores: 1) la producción de bienes y servicios se desacelera, siendo su tasa de cambio baja o negativa (el crecimiento económico disminuye), 2) hay un incremento en las tasas de desempleo, y 3) un crecimiento alto en el nivel de precios (mayor inflación).  Por ejemplo, en Estados Unidos existen dos períodos en los que los   académicos y profesionales concuerdan en que fueron periodos estanflacionarios (entre 1974-1976 y 1978-1982). Durante estos periodos los activos financieros como las acciones y bonos suelen tener alta volatilidad y pueden perder valor en términos absolutos y/o relativos a la inflación.

La estanflación es un escenario que pasa con poca frecuencia en las economías del mundo y hay diversos factores que la ocasionan, siendo las principales razones la combinación de disrupciones en la oferta y movimientos, por lo general al alza, de tasas de interés por parte de bancos centrales. 

En el escenario actual, en los últimos años se han observado múltiples shocks de la oferta e impulsos a la demanda ocasionando aumentos en la inflación. El virus Covid-19 trajo consigo confinamientos, cierres de puertos marítimos muy relevantes para la transportación de bienes, e interrupciones en plantas productoras de bienes, todo esto reduciendo la oferta en algunos bienes alrededor del mundo; incluso en China estas disrupciones continúan. El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha traído presiones en energéticos y alimentos, ya que son productores importantes de petróleo, gas, granos y fertilizantes. Adicionalmente, algunas mercancías como petróleo, gas, cobre y níquel han tenido subinversiones como consecuencia de cambios estructurales como traslación hacia otras fuentes de energía y materiales. Estas disrupciones han venido acompañadas de políticas fiscales y monetarias expansivas sobre todo en países desarrollados, las cuales han traído aceleración en la demanda de las familias. 

Será importante vigilar la interacción de tres factores a nivel global para ver si se consolida un escenario estanflacionario. El primero, que no haya mayores choques de oferta y que se empiecen a restablecer cadenas productivas. Segundo, el comportamiento de los salarios ajustados por productividad, dado que, si aumenta sin ser productivos, se tienen riesgos de ocasionar mayores presiones inflacionarias; acompañado de esto, es relevante vigilar las tasas de participación en el mercado laboral. Y tercero, la velocidad con la que los bancos centrales realizan las alzas de tasas de interés, cuya dinámica es bastante compleja; el subir tasas de interés busca frenar las alzas de inflación, pero a la vez, causa un deterioro en el crecimiento de la economía principalmente dado los niveles altos de deuda global, pero disminuir la velocidad en alzas de tasa de interés trae riesgos de acelerar más la inflación por mayor incentivo al gasto de las empresas y las familias. 

Aunque no es fácil proteger los portafolios de inversión en este escenario, ya que pocos activos financieros tienen un buen desempeño, sí hay acciones que se pueden tomar. ¿Qué tan defensivo debe ser el portafolio de un inversionista? Depende no sólo del ciclo económico y de los niveles de valuación en activos, sino también de la edad, tolerancia al riesgo y objetivos que se tengan. Si el inversionista es muy joven, se puede tener mayor riesgo o exposición a activos como acciones, pero si se está cerca del retiro, se debe de estar más protegido a las fluctuaciones del mercado. Además, la mejor forma de actuar para un inversionista es tener un portafolio bien diversificado con cartera multiactivos, en el que se tenga exposición a activos defensivos en este escenario, por ejemplo, mercancías o ciertos sectores como el del cuidado de la salud, que suele ser resiliente al tener una demanda más inelástica y valuaciones más acotadas.

 

Eduardo Montes de Oca Ilizaliturri, CFA, CAIA
VP Portafolio Manager Asset Allocation - BBVA Asset Management
eduardo.montesdeoca@bbva.com