Información

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información.

Más información

Características de un gran inversionista

23 jul. 2021

Carlos Llamas Martínez

Definitivamente no todas las personas tienen el mismo éxito en los mercados bursátiles y solo unos pocos individuos logran destacar por encima del resto de los participantes a lo largo del tiempo. Pero, ¿Qué conforma a un gran inversionista?

Uno podría pensar que la inteligencia y los estudios están muy correlacionados con la obtención de buenos resultados, sin embargo, no necesariamente los individuos más listos o los más preparados obtienen los mejores rendimientos.

La primera característica que tiene un inversionista exitoso es el manejo de las emociones. Es crucial tener la paciencia para esperar el momento correcto para hacer una operación y la tranquilidad para soportar los vaivenes del mercado. El famoso inversionista Warren Buffet, decía: “Algunas cosas necesitan tiempo, aunque se quiera, un bebé no puede nacer en un mes”. Un gran inversionista debe poder hacer a un lado el ruido y tener la disciplina para seguir su plan de inversión, separando los movimientos del mercado sin caer en el pánico o euforia y recordando por qué se compró dicho instrumento desde un inicio.

La segunda característica que se considera importante, es tener la capacidad de valuar el activo que se quiera comprar, es decir, tener una noción del valor intrínseco del mismo. Antes de comprar una casa, las personas normalmente investigan el valor del inmueble para saber cuánto dinero deben ofrecer. Si los interesados en la casa no tuvieran una referencia de su valor, sería probable que terminaran pagando un precio más caro al del valor real. En el mundo de las inversiones sucede lo mismo, comprar una acción o un bono sin tener al menos un aproximado de cuánto valen, es similar al ejemplo anterior o a jugar en la ruleta del casino. En ocasiones puede dar buenos resultados, pero en la mayoría de los casos, se podría perder dinero. Otro claro ejemplo son las criptomonedas, pues a falta de una metodología estandarizada para conocer su valor, éstas suelen tener fuertes fluctuaciones, provocando que muchas de las personas que han invertido en ellas se vean afectadas negativamente.

La tercera característica de los grandes inversionistas es que poseen un estricto control de riesgo. La realidad es que –incluso- hasta el mejor inversionista de todos, puede llegar a equivocarse. Por ello, es crucial tener un plan de acción en caso de que la inversión no vaya acorde a lo que se tenía previamente planeado. Este “plan B” o plan de emergencia, se utiliza como una ruta de escape en la que se decide tomar la pérdida lo más pronto posible para evitar que las minusvalías se hagan más grandes. Otro aspecto importante, es el peso que le se le da a cada una de las decisiones de inversión y la diversificación que tenga el portafolio en general, pues ayuda a reducir el riesgo.

Finalmente, la cuarta característica a destacar, es que los grandes inversionistas están obsesionados con aprender y seguir mejorando. Los expertos en inversiones ponen especial atención en sus victorias, pero principalmente en sus derrotas para evitar volverlas a repetir. Al final de cuentas, el mercado, aunque en ocasiones puede ser duro, sigue siendo el mejor maestro para aprender a invertir.  

 

Carlos Llamas Martínez
VP Client Strategy- BBVA Asset Management
carloseugenio.llamas@bbva.com