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Nos estamos comiendo a la pandemia

27 nov. 2020

Claudia Pavón Navarrete

El INEGI presentó sus datos correspondientes al tercer trimestre de 2020. En ellos se confirmó que hubo un incremento del 12% en el PIB sobre el trimestre anterior.

Esto permite confirmar que existió una recuperación económica en los meses de julio a septiembre a pesar de que la pandemia no ha cedido en el país. Por otro lado, si se hace una comparación entre el acumulado de los primeros nueve meses del 2020 contra el resultado del mismo periodo en 2019, se observa una caída del 9.8%.

Cuando se habla de las industrias que han crecido en esta pandemia parece evidente que sean comunicaciones, entretenimiento vía streaming, educación a distancia, comercio electrónico y medicamentos. Sin embargo, hay un sector que ha presentado crecimientos sostenibles en todo 2020 y es el sector alimentario.

Algunas de las empresas de mayor tamaño que conforman esta industria, han reportado niveles de ventas históricos. Pero, ¿cómo es esto posible si el ingreso de gran parte de las familias mexicanas se ha reducido y los empleos perdidos se cuentan en decenas de miles? Bueno, al parecer en México “nos estamos comiendo a la pandemia”.

De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (CINyS-INSP) en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la mitad de los encuestados afirmó que durante la pandemia ha comido más, debido a la ansiedad o el aburrimiento. Esto se traduce en que el 35% reportó que ha subido de peso.

Pero comer más no siempre significa comer peor, dos de cada cinco encuestados afirmó que redujo su ingesta de comida chatarra y solo el 10% del total afirma que su alimentación empeoró.

También se ha visto que ahora las personas están interesadas en llevar una alimentación más sana. Las personas que en proporción han reportado la mayor mejora en su alimentación son las que en la pandemia han logrado tener mayor tiempo para preparar sus alimentos. En contraste, los que piden comida a domicilio cuatro o más días a la semana, reportan que su alimentación ha empeorado en mayor proporción que el resto.

Hay que recordar que a inicios de la pandemia algunos alimentos como el huevo y la tortilla tuvieron fluctuaciones importantes en su precio y hasta se presentaron problemas con el abasto. Sin embargo, después de los últimos nueve meses transcurridos, el incremento de precios se ha percibido más en las frutas y verduras, seguido por el de los alimentos cárnicos.

Así que tener una mejor alimentación está siendo todo un reto en esta pandemia. Se necesita encontrar la combinación ideal entre un menor ingreso, aumento en precios, reducción de la actividad física, tiempo para cocinar y bajar el consumo de la comida chatarra. Todo esto sin perder de vista la importancia de mantener con buena salud las finanzas personales. No suena fácil, pero sin duda hay que adaptarse a la “nueva normalidad”.


Claudia Pavón Navarrete
VP Product & Market Intelligence
claudia.pavon@bbva.com


Esta es una colaboración para la columna "Finanzas para Todos" del periódico El Economista. Consulta también la nota aquí.