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La Inflación ya no es lo que era antes

22 nov. 2019

Después de 25 años de autonomía en el Banco de México parece que el fantasma de las crisis inflacionarias que impactaban a la economía mexicana en las décadas de los años 70 y 80 se han desvanecido.

Las historias de inflaciones superiores al 50% parecen más del pasado que riesgos a futuro. Sin embargo, en los últimos años las conversaciones sobre la inflación han tomado un giro inesperado en los foros internacionales.

Posterior a la crisis del 2008 algunos bancos centrales de países desarrollados, como el sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), el Banco Central Europeo (BCE) o el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés), no han conseguido generar su inflación objetivo del 2% pese a las políticas monetarias expansivas que adoptaron.

Aunque mantener la inflación controlada es importante para el desarrollo económico de un país, también se puede decir que la falta de inflación representa un problema en un ambiente de bajo crecimiento económico. Si el consumidor tiene la impresión de que los precios van a ser estables en el tiempo sus preferencias de consumo se pueden alterar y modificar su comportamiento. A nivel agregado esto causa una desaceleración en el consumo que a su vez desacelera aún más la economía.

Los ciclos de inflación parecen estar correlacionados entre los países con una amplia apertura comercial y con cadenas de producción altamente integradas. Con los tratados de libre comercio es posible mover entre diferentes fronteras un producto muchas veces antes de que esté completo, dependiendo de donde sea más barato realizar cada proceso. Esto es especialmente importante para un país como México ya que a través de tratados como el NAFTA forma parte de este tipo de cadenas de producción.

Otra causa podría ser la tecnología y las compras en plataformas digitales, pues ahora el consumidor tiene acceso a una mayor información antes de realizar su compra y además tiene acceso a diferentes mercados. En Estados Unidos, por ejemplo, los canales de distribución tradicionales se han visto forzados a optimizar sus procesos para competir en precios con plataformas electrónicas como Amazon.

Un dilema adicional que enfrentan México y otros mercados emergentes en medio de esta “globalización” de la inflación es que en los últimos años los bancos centrales de los países emergentes se mueven de acuerdo con la dirección que toman los bancos centrales de los países desarrollados para mitigar el impacto de los flujos de inversionistas de corto plazo. Al respecto, Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIP) y exgobernador del  Banco de México comentó en una conferencia ofrecida en la London School of Economics  en mayo de este año: “La versión del libro de texto del marco de metas de inflación es obviamente demasiado limitada para los bancos centrales de economías de mercados emergentes".

Los mercados de inversión toman en cuenta los contextos económicos globales y cada vez están más atentos de las variables para conformar, en beneficio de sus clientes, portafolios de inversión de calidad con la posibilidad de crear otros más sofisticados con estrategias claras y diversificadas.

Andrés Alvarado, CFA.
Asset Management BBVA México
VP Fixed Income

Esta es una colaboración  para  la columna "Consejos de Familia" de El Economista . Consulta también la nota aquí